Partiendo del antiguo pensamiento chino, analizaremos las formulaciones de Platón y Aristóteles y su influencia en el pensamiento medieval, y exploraremos el territorio que media entre la filosofía y la religión. Nos sumergiremos en las aportaciones de Descartes, Schopenhauer, Bacon, Marx, Locke, Hegel, etc., que constituyen la raíz de nuestros paradigmas actuales, y conoceremos asimismo el efecto del desarrollo filosófico contemporáneo sobre los fundamentos del conocimiento científico, el lenguaje y la economía.
Este libro presenta una historia en profundidad de internet, desde sus orígenes, quizás muy alejados de los que sospeche el lector (y tan antiguos, de hecho, como las ideas de Leibniz o el telar de Jacquard), hasta el momento actual. Además, a lo largo de sus páginas Justin E. H. Smith ofrece un esclarecedor examen del impacto y la recepción sociológicos de esta tecnología, deteniéndose en cómo la red ha pasado de augurar escenarios utópicos a constituir el centro de probables distopías en la medida en que ha sido colonizada y transformada por agentes privados e intereses comerciales. "Internet no es lo que crees que es", por tanto, supone una historia y una advertencia ante lo que el mundo del presente podría llegar a ser en un contexto en el que internet y los incontables dispositivos que se sirven de ello no estén sometidos al debido examen ético y legal.
La revolución portuguesa del 25 de abril de 1974 acabó de manera pacífica con una larga dictadura, un régimen ineficaz anclado en la represión y en viejos delirios imperiales, gracias a la acción de trescientos capitanes idealistas, que pretendían democratizar Portugal y acabar con sus guerras coloniales en África. Los claveles en las bocas de los fusiles o la canción Grândola, vila morena, difundida como contraseña para iniciar el golpe, no tardaron en dar la vuelta al mundo. Muchos ignoran en cambio que aquella mañana de abril estuvo llena de momentos épicos que contribuyeron a consolidar el golpe en favor de las libertades. Este libro rescata historias como la del joven capitán Salgueiro Maia, que caminó con los brazos en alto y una granada en el bolsillo, listo para el sacrificio, hacia una batería de carros de combate que le apuntaban, o la del soldado que se negó a obedecer la orden de disparar contra él y que permaneció cuarenta años en el anonimato. Sobre episodios como estos se fundó la democracia portuguesa hace ahora cincuenta años.