Parece haber un consenso general sobre el difícil momento en el que se encuentran las democracias actuales. La palabra crisis reaparece con fuerza en sus distintas formas de crisis climática, bélica, pandémica, o energética. Además de las dificultades para gestionar estas crisis desde la política pública, existe un problema fundamental y persistente que tiene que ver con la expresión y organización política de los ciudadanos. Desde la academia y los medios de comunicación se habla del problema del populismo, la amenaza de la extrema derecha, y la polarización como los desafíos fundamentales para el funcionamiento democrático. Este libro presenta un enfoque alternativo a lo que denomina "la narrativa de la polarización" y plantea que la idea de polarización no nos permite comprender de modo certero los límites y problemas de las democracias contemporáneas. Frente a la narrativa de la polarización, se propone el estudio de la "paralización" de la ciudadanía con el objetivo de identificar los retos que las democracias actuales enfrentan. A partir de esta idea, se analizan los límites de la democracia en dos dimensiones principales: por un lado, en las formas de representación política que se han consolidado históricamente y por otro, en las comunidades de sentido en las que nos integramos como ciudadanos-votantes en la esfera pública.
En el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, un testimonio memorable, un relato profundamente conmovedor.
Premio Babelio de No Ficción
En mayo de 2006, dentro del marco del proyecto "Memorias de la Shoah", Simone Veil decide contar su vida frente a una cámara: el sol de Niza, la existencia despreocupada en el seno de una familia unida, republicana y laica, la guerra, la Ocupación… y, el 13 de abril de 1944, el convoy 71 que la llevará junto a su madre y su hermana a Auschwitz-Birkenau.
Con gran vivacidad, mucho detalle y grandes dosis de ironía, Veil relata sus dieciocho meses en los campos de exterminio: el frío, el hambre, las vejaciones, las amistades, la relación entre los hombres y las mujeres, la "marcha de la muerte" a Bergen-Belsen y el retorno con sus renovadas dosis de humillación.
El conde duque de Olivares accedió al poder sin experiencia de gobierno en 1622 y dominó la política española y mundial durante dos décadas. Su controvertida figura ha sido duramente criticada desde el mismo momento de su caída. El balance aparente de sus años de gobierno sería catastrófico, iniciando el eterno declive de España y su imperio.Sin embargo, la visión que aquí nos ofrece Manuel Rivero de esos años es tan sorprendente y revolucionaria, como el propio proyecto del valido. Desde el principio puso en marcha unas reformas, que el autor tilda de revolución cultural, con unos valores morales que pretendían un cambio de mentalidad hacia la virtud estoica, la frugalidad y el mérito.Rivero nos guía, con un estilo ameno y riguroso, por los complejos pasillos del poder en el siglo xvii, para devolvernos una imagen fresca y sorprendente de nuestro pasado. En la corte y las calles de Madrid, entre los grandes virreyes americanos, en las expediciones de misioneros a Japón o en las conflictivas fronteras europeas del imperio.Las sorpresas de esta obra incluyen un giro inesperado en la valoración del legado de Olivares y su supervivencia mucho más allá del fin de la dinastía de los Austrias.