Brasil es un país de intensas pulsiones donde conviven la pobreza y la riqueza más extremas, la injusticia más terrible y la solidaridad, la derecha populista y la izquierda idealista, la naturaleza más exhuberante y los lobbies depredadores. Un país que es un espejo de las complejidades y las grandes contradicciones mundiales, donde nunca nada es lo que parece ni tiene una explicación sencilla. Ha generado figuras magnéticas como Lula o Casaldàliga, líderes que intentan cambiar el mundo para progresar, y a la vez fuerzas populistas como el bolsonarismo que luchan en su contra.
El reconocido periodista Francesc Escribano viajó por primera vez a Brasil la primavera de 1985, cuando conoció a Pedro Casaldàliga. Ahora ha vuelto para captar el pulso en la sociedad brasileña actual y hacer balance del poso que han dejado las causas que defendía «el sacerdote del pueblo» (la distribución de la riqueza, la justicia, el derecho a la tierra). El resultado es un libro fascinante que desvela las corrientes de fondo que mueven la sociedad hacia polos opuestos y que muestra la doble pasión de un periodista por un país y por un referente en la vida.
Exploradores, soñadores y ladrones es una aventura a través de la memoria y los archivos. Este libro es un nuevo ejercicio de invención a partir del encuentro de la compleja historia de Europa y América.
Después del éxito de Volver a contar, el equipo curatorial del Museo Británico y del Hay Festival se unieron de nuevo para animar a diferentes autores a inspirarse en los objetos del museo.
En esta ocasión, la propuesta es un poco diferente. Los creadores fueron invitados a revisar una serie de documentos etnográficos: una profusión de diarios, cartas, bocetos, reflexiones y transacciones, todos referentes al proceso de adquisición de obras. Partiendo de estos materiales, la premisa fue imaginar narrativas propias que tuviesen como protagonistas a aquellos que lograron que esas piezas llegaran al espacio museístico. El proceso produjo un resultado asombroso. Como siempre, la imaginación de los escritores llegó hasta lugares insospechados.
La derecha ha conseguido que el término wokese asocie peyorativamente al comportamiento y las políticas de la izquierda global hasta el punto de desdibujar sus límites y volverlos casi sinónimos, algo que, según advierte Susan Neiman, no solo es incorrecto sino también muy peligroso.
Este ensayo rastrea magistralmente las raíces intelectuales de lo woke y muestra no solo que sus ideas están basadas en falsas asunciones sobre pensadores como Foucault o Schmitt, sino que además entran en conflicto con los posicionamientos capitales en los que se ha basado la izquierda en los últimos siglos: un compromiso con el universalismo, la firme distinción entre justicia y poder y la confianza en el progreso. Si no toma ahora la firme decisión de volver su mirada hacia estos valores, la izquierda seguirá socavando su esencia y sus objetivos, y derivando inexorablemente hacia la derecha. A largo plazo, corre el riesgo de convertirse en aquello contra lo que ha luchado siempre.