Tras doce años de apasionada investigación in situ de los diversos conceptos matemáticos, geométricos y simbólicos del templo de Luxor, en el Alto Egipto, Schwaller de Lubicz fue descubriendo, poco a poco, la antigua sabiduría sagrada de la milenaria cultura egipcia, plena de significado espiritual, que va desarrollándose puntualmente en cada uno de los aspectos del edificio.
En la primera parte de este libro, constituida por textos inéditos, se enseñan los elementos indispensables para comprender el significado de los números y las claves esotéricas de su lenguaje simbólico, indispensable para adquirir un entendimiento intuitivo de la religión egipcia.
La segunda parte se compone de fragmentos de la obra capital del autor, Le Temple de l’homme (1957-1958), en la que los fundamentos de esta antigua ciencia sagrada sobre el ser humano y el universo ocultan el denominado «milagro egipcio», una manera de ser y de pensar de la que nos separan dos mil años de tradición griega. De ahí que el misterio de Egipto necesite de una auténtica reeducación espiritual, como la que Schwaller de Lubicz nos proporciona en el presente volumen.
Un viaje desde los primeros intentos por comprender el mundo de las civilizaciones de la Antigüedad, pasando por el advenimiento de la cartografía comercial y los progresos tecnológicos que permitieron a los atlas tratar casi cualquier tema, hasta las aplicaciones digitales que hoy pueden llevarse en el bolsillo.
Viajes, rutas comerciales, exploraciones...: los mapas, fascinante reflejo de nuestro deseo de organizar el mundo, cobran vida en esta obra única.
Déjese guiar por la historia de los más increíbles atlas y las vidas de los cartógrafos que los concibieron.
Este ensayo supone un retrato apasionante de este personaje imprevisible, Juan Ramón Masoliver, excelente editor, premiado traductor Premio Nacional de Traducción, 1989, y crítico literario en La Vanguardia durante décadas. Para la autora, Juan Ramón Masoliver es la voz de un intelectual cosmopolita que se definió a sí mismo, por encima de cualquier etiqueta propia o ajena, como un animal de lectura, que dignificó el arte de la traducción, fue un apasionado dinamizador de la lectura, y defendió el oficio de editor como lector.