¿Por qué un manual? Porque aspira a ser fácil de manejar y fácil de entender y su intención es fundamentalmente práctica. Porque no es un libro oficial, académico o doctrinario, y compendia lo más sustancial de unas cuantas vidas filosóficas. ¿Por qué portátil? Porque es un homenaje a caminantes. La filosofía portátil es un esfuerzo por liberar al pensamiento de la reclusión a la que ha estado sometido por escolásticos y académicos. Un modo de conjurar esa manía erudita de hablar sólo para aquellos que comparten cátedra o facultad. El espíritu de la pesadez infecta como ningún otro al de la filosofía, y el portátil es un soltador de lastre. Prefiere ofrecer ironías, migajas y vislumbres que abran paso a una nueva inteligencia de la vida. Este libro propone recorrer el río de la filosofía a contracorriente, en busca de sus fuentes. El viaje se inicia con el gesto de un antropólogo que, tras estudiar filosofía en París, se va a buscar la verdad entre los «salvajes». Luego, visitamos a los filósofos, contemplando escenas inolvidables: Wittgenstein toma notas en una trinchera, Nietzsche susurra a un caballo, Kierkegaard financia un panfleto anticlerical, Leibniz descubre el amor entre las princesas, Montaigne se encastilla, Plotino oculta su pasado, Sócrates bebe voluntariamente un veneno y Empédocles se arroja a un volcán. Lo que a primera vista podría parecer extraño revistió un profundo sentido para todos ellos. Llamemos a ese sentido filosofía y veamos qué ocurrió.
Tras la rendición de Alemania y luego de Japón en 1945 se abrigaron grandes esperanzas de poder crear un mundo nuevo y mucho mejor a partir de las ruinas morales y físicas de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la combinación del enorme poder de Estados Unidos y la URSS, y el hundimiento prácticamente total de la mayor parte de sus rivales crearon un nuevo y sombrío entorno: la Guerra Fría.
Durante más de cuarenta años las exigencias de la Guerra Fría conformaron la vida de casi todos nosotros. No había parte alguna del mundo donde Oriente y Occidente no requirieran una lealtad ciega y absoluta. Países tan alejados entre sí como Corea, Angola y Cuba se definieron por el bando que acabaron escogiendo. Casi todas las guerras civiles se convirtieron en guerras de poder para las superpotencias. Al parecer, Europa se había dividido en dos indefinidamente.
Este libro es el primero en analizar con la suficiente distancia estos acontecimientos y crea un relato convincente y con enorme fuerza de la Guerra Fría. Tiene un alcance auténticamente global y capta los dramas y las agonías de un periodo siempre ensombrecido por el horror de la guerra nuclear y que, para millones de personas, no fue «frío» en absoluto: un periodo de inmensa violencia, oportunidades desperdiciadas y fracaso moral.
Lo habitual es contemplar la primera mitad del siglo xx como una pesadilla y la segunda mitad como un respiro, pero Westad muestra que para una gran parte del mundo la segunda mitad fue aún peor en casi todos los sentidos.
Presentamos en este volumen una selección de ensayos en los que, con su lucidez y coraje característicos, Hannah Arendt reflexiona sobre algunos de los acontecimientos políticos más relevantes que le tocó vivir desde su salida de Alemania en 1933 hasta su fallecimiento en los Estados Unidos en 1975. El drama de los refugiados, las secuelas del régimen nazi, los orígenes de la Unipon Europea, los cinflictos raciales de los años cincuenta, la desobediencia civil de la década siguiente, el caso Watergate y el usi de la mentira en política: estos y otros asuntos son abordados por la autora, quien al mismo tiempo arroja luz sobre nuestro presente.