Se dice que, mientras cumplía una condena de dos meses en la prisión de Holloway por arrojar piedras contra las ventanas de los políticos que se negaban a reconocer el derecho al voto de las mujeres, se pudo ver a Ethel Smyth dirigiendo a través de los barrotes de su celda, con el cepillo de dientes a modo de improvisada batuta, una interpretación de La marcha de las mujeres, el himno que poco antes había compuesto para el movimiento sufragista. La anécdota retrata a la perfección el carácter de la que fuera una de las voces femeninas más celebradas de la música clásica occidental: autora de más de diez libros de memorias, seis óperas y una rica variedad de piezas corales, orquestales o de música de cámara, Ethel Smyth combinó su pasión por la música con el compromiso feminista y fue testigo y protagonista de algunos de los principales hitos de la historia europea de los siglos XIX y XX.
En un imponente castillo gótico situado en la cima de una colina, en el corazón de la Alemania nazi, un variopinto grupo de oficia les aliados pasó la segunda guerra mundial intentando escapar de sus captores nazis.
Durante cuatro años estos prisioneros pusieron a prueba los muros de Colditz con ingeniosos intentos de fuga que se convertirían en leyenda. Pero, como demuestra Macintyre, la verdadera historia fue aún más sorprendente. Los reclusos representaban una sociedad en miniatura, llena de héroes y traidores, con conflictos de clases y alianzas secretas, y toda la gama de la alegría y la desesperación humanas. Los nombres más famosos de Colditz comparten espacio con personajes menos conocidos, desde los elitistas miembros del Club Bullingdon hasta el paracaidista estadounidense reconocido como el agente secreto menos exitoso de su país.
Combinando la intriga de la época y agudos retratos psicológicos de sus exitosos relatos de espías de la vida real, Macintyre ha insuflado nueva vida a uno de los mejores episodios de guerra jamás contados. Profundamente investigado, lleno de increíbles historias humanas, y con la maestría narrativa de Macintyre, este es el libro definitivo sobre el castillo de Colditz.
Eran años de gloria. París vivía la mayor concentración de talentos filosóficos por metro cuadrado que haya conocido en el siglo XX. ¿Qué fue de todo aquello? El 68 fue un sueño europeo de dos décadas. Al despertar, el mundo apareció, como siempre, irreparable.
Llego al tramo final de mi vida con la constancia de haberme equivocado en todo. Lo importante. Y la imposibilidad de borrarlo de mi memoria.
En tierra de nadie, las memorias intelectuales y afectivas del filósofo Gabriel Albiac, da testimonio del fin del mundo que acontece en cada generación, del punto final a tantas ilusiones, espejismos y grandes proyectos transformadores. Paseando entre libros y viejas consignas estudiantiles, rememorando a maestros como Althusser y Foucault o apostillando algunos de los horrores del siglo XX, Albiac expone sin lenitivos su verdad vivida, que es filosofía de la pérdida, y sin pretenderlo nos presta su ejemplo para afrontarla.