Aparecieron los primeros grandes doctores de la Iglesia, y los santos, en contra de todas las pasiones humanas, realizaron una serie de ejercicios mentales dignos de todo encomio que han entrado a formar parte tanto de la historia de la fe como de la historia del pensamiento [...]”. Sin embargo, cabe puntualizar que esto no se produjo en contra de todas las pasiones humanas sino en buena medida por ellas, pues quien se toma en serio el espíritu no puede creer que uno sea dos o tres o que tres sea igual a uno. La teología cristiana llama a esto suprarracional y no contrarracional o irracional. Lo llama misterio, no absurdo. Y al haber entre el cielo y la tierra tantas cosas que nuestra filosofía escolástica ni se imagina, no es necesario tomar por verdadero todo lo que se ha imaginado, ni hace falta tomar el mayor de los absurdos por cierto y considerarlo un gran misterio. “Si Dios —dice Diderot—, por quien tenemos la razón, exige sacrificar la razón, es un prestidigitador que hace desaparecer lo que acaba de dar.
Claves para entender la geopolítica de las grandes potencias.
UCRANIA O TAIWÁN. KABUL O TRÍPOLI. NO IMPORTA ADÓNDE SE MIRE, LA CONCLUSIÓN ES LA MISMA: EL ORDEN INTERNACIONAL ESTÁ CAMBIANDO, Y ESO NOS AFECTA. LA PREGUNTA ES: ¿CÓMO HA SURGIDO UN MUNDO TAN CONVULSO?
El salto al siglo xxi marcó la llegada de un nuevo periodo en el que la Guerra Fría tocaba a su fin y el mundo bipolar daba paso a otro unipolar dirigido desde Estados Unidos, la gran potencia hegemónica. Intervenciones políticas, guerras y nuevas formas de acoplar a los países a este orden pasaban a protagonizar la geopolítica global.
Sin embargo, con el avance del nuevo milenio, la supremacía occidental se ha ido erosionando, al mismo tiempo que han surgido otros focos de poder en el globo que apuntan a un nuevo orden todavía por consolidar: el resurgimiento de grandes poderes, Rusia y China, nuevas potencias regionales, la expansión de las pugnas por esa estructura de poder hacia escenarios en auge... Europa, Oriente Medio, África, Asia central o el Indo-Pacífico.
Con la calidad y el rigor que caracteriza a Descifrando la Guerra, esta obra ofrece las claves para entender cómo el mundo ha entrado en una competición entre grandes poderes, donde todos los actores pasan a ser fichas en los diferentes tableros y donde todos los tableros merecen un análisis por la importancia de los actores locales y las estrategias de las potencias.
CON MULTITUD DE MAPAS, INFOGRAFÍAS Y GRÁFICOS, ESTA OBRA ES UNA VENTANA IMPRESCINDIBLE PARA COMPRENDER LA PUGNA PARA CONSOLIDAR ESE NUEVO ORDEN INTERNACIONAL.
Convertido hoy en una de las figuras más influyentes de nuestro pensamiento contemporáneo, Eugenio Trías es analizado en este libro a partir de tres propuestas que logran resumir todo un método y una actitud filosófica a lo largo de los años. La idea de que la obra del filósofo puede leerse desde una fértil ambigüedad es central en la primera parte del libro, donde se señala, en perfecta sintonía con su método, que Trías siempre fueron dos, uno joven y rupturista, y otro atento al orden y al vínculo, a la religación. Su idea del límite, que, como señala Jordi Ibáñez Fanés, lo acompañó aun sin nombrarlo desde sus primeros libros, puede entenderse en el doble sentido de barrera infranqueable y al mismo tiempo como un espacio que articula e incluso desafía y estimula la posibilidad de acceder a lo hermético, al enigma del ser y de la vida. Las otras dos partes del libro, presentadas a modo de apéndices, se ocupan la primera del joven Trías «hacia 1970», acompañado o más bien leído ya que se comentan aquí todas sus primeras obras junto con sus compañeros de generación Fernando Savater y Xavier Rubert de Ventós; y la segunda del filósofo ya crepuscular, dedicado a los placeres de su pasión cinéfila, con sendos comentarios de dos películas idóneas para comprender lo que se pone en juego en la filosofía del límite: Vértigo de Hitchcock y Persona de Ingmar Bergman.