En este libro que es el primero que lanzo hablo de varios mensajes, inspirado por Dios. Estos fueron escritos en diferentes momentos y situaciones vividas y aprendidas. Tanto en lo personal como en mi entorno. En el desahogo procesos de dolor que pase y que con nadie podía hablar solo escriba. Donde el discenimiento de Dios me daba respuestas y aprendizajes de cada situación vivida. También cosas que pasaban en mi alrededor donde el señor me enseñaba cosas nuevas y a verlas con los ojos de la fe y a la vez podía enseñar a los demás. Estos mensajes tienen como finalidad traer aliento a tu corazón trasmitiendo: esperanza, fe, sabiduría, conocimiento, fortaleza, consejo, prudencia, motivación y desarrollo a tu vida. Finalmente, el Libro reflexivo, Desahogo del Corazón Volumen |, busca también con lo aprendido encaminarte con más claridad hacia lograr el propósito de tu vida. AMARILYS TORRES BÁEZ
¿Tus pensamientos te tienen prisionera? ¿Estás cansada de sentirte constantemente ansiosa, distraída o cínica? Dios tiene la forma de liberarte de ese espiral descendente.
El devocional Controla tu mente, basado en el libro homónimo de Jennie Allen, te invita a percatarte de los pensamientos negativos que rondan tu cabeza. Pensado para cien días de práctica, te ayudará a detener tus patrones tóxicos y te recordarán el poder de Dios para liberarte de ellos. Cada lectura incluye versículos para meditar en la palabra de Dios, una frase afirmativa para repetir diariamente y una plegaria personal.
La vida cotidiana es un viaje de altibajos. Circunstancias, pruebas y desafíos son inevitables. Pero es posible que te eleves por encima de todo lo que se te presente y experimentes las abundantes bendiciones de Dios en cada temporada.
En este nuevo devocional dinámico de 90 días, el autor de éxito de ventas del New York Times, el obispo T.D. Jakes, ofrece sabiduría atemporal para elevarse por encima de tus temporadas difíciles. Cuando las economías están fallando, las crisis son noticia y la inestabilidad parece ser el tema común, los hijos de Dios, tú, han recibido una ventaja. Una ventaja injusta. ¡Se llama favor!