Dios creó al hombre para ser señor y regente de toda
la creación, el diseño original no lleva esclavitudes,
sugiero esclavitud de ningún tipo, por esta razón las
miserias nunca han sido aceptadas por el hombre,
la lucha existe por la intención de recuperar todo lo
perdido en su caída.
El ser humano lucha por la salud, la vida, la prosperidad,
alcanzar algún nivel de bienestar.
El éxito es superación, es elevarse sobre muchos y
superar adversidades, es crecer y resplandecer y sobre
todo hacer la voluntad de Dios.
El Dr. Williams Medrano en la presente obra nos plantea
de manera pedagógica, con sus propias vivencias, que
se puede ser más que nuestros patrones sociales y
familiares, que se puede crecer por encima de lo que los
demás esperan, que el éxito espera por los visionarios,
que el fracaso es para los que no sueñan ni tienen
visión.
Al leer la propuesta de este libro me di cuenta que el
éxito no es una herencia, solo se conquista a sangre,
fuego, lágrimas y sudor, bajo el poder y la gracia de Dios;
que el modelo familiar es imprescindible para los que
quieran heredar sueños y valores que te darán éxitos
en todas las áreas de la vida; que nuestro propósito
debe ser cumplir el plan y diseño de Dios para nuestra
vida.
La excelencia suprema consiste en quebrar la resistencia del enemigo sin luchar (III-2). EL ARTE DE LA GUERRA es el tratado sobre estrategias más famoso del mundo, que se ha convertido en un libro de culto en el ámbito de la empresa. Varias películas ambientadas en Wall Street han contribuido a popularizar este pequeño libro, que nos propone unos principios válidos tanto en el mundo de la estrategia militar como en el de los negocios o la política. A pesar de su antigüedad, se trata de un libro extremadamente moderno, que ayudará a reflexionar sobre cualquier tipo de problema y a plantear las estrategias necesarias para solucionarlo sin conflictos. Los biógrafos de SUN-TZU lo describen principalmente
como el autor de El arte de la guerra, un influyente libro chino sobre estrategia militar cuya enseñanza trasciende las tácticas para poderse trasladar a otros campos de la vida personal y profesional, de los primeros realistas en ciencias políticas. La forma y contenido de este libro indican que posiblemente fuese escrito entre 400 a. C. y 320 a. C.
No encontrarás una descripción de edificios que albergaron a locos, sino matices y anécdotas de los locos y los cuerdos que los habitaron.
El protagonista de los dos libros anteriores (sobre cementerios y cárceles) escribe cartas al autor durante la pandemia y en cada una le habla de un manicomio diferente.
Los relatos están plagados de anécdotas, unas muy desagradables y otras más asequibles, incluso las hay divertidas y, sin duda, todas sorprendentes. No se recrea en el morbo, provoca que el lector se enganche y quiera saber, pero sin sufrir más de la cuenta.
Al final de cada capítulo recomienda una película y una canción que tienen alguna relación con el manicomio explicado.