Hablar de campos de concentración significa nombrar una época oscura de la historia de la humanidad. Pero también significa solidaridad, heroísmo y dignidad en muchos casos. Como la de aquellos hombres (y algunas mujeres) que, unas veces por mero instinto de supervivencia, por seguir luchando por su país o simplemente por no soportar languidecer encerrados, tuvieron la valentía y la osadía de tratar de fugarse de sus captores. En algunos casos, sus protagonistas tuvieron éxito, pero en otros no. Este libro recoge las historias de los intentos de fugas y evasiones más espectaculares, sorprendentes e increíbles en todos los países implicados en el conflicto, ya fuera en el bando del Eje o bien en los campos de concentración aliados. • Anna Kauderova: la esperanza es lo último que se pierde. • La fuga de Colditz de Patrick Reid. • Philip Toosey y el puente sobre el río Kwai. • Los siete años en el Tibet de Heinrich Harrer.
Anécdotas, secretos y curiosidades de la guerra aérea.
En los años que van desde 1934, más o menos, hasta 1945, la aviación pasó de los biplanos de hélice fabricados en gran parte en madera y tela a los motores a reacción en aviones de aleaciones metálicas duras y ligeras capaces incluso de salir al espacio exterior. Y fue en el fragor de la lucha, durante la Segunda Guerra Mundial, que nacieron los perfectos cazas, los bombarderos pesados, las superfortalezas, el avión a reacción, el radar… Este libro hace un repaso a cómo fue la evolución de la industria aeronáutica militar durante la guerra, cuáles fueron las principales batallas y los aviadores que marcaron con sus hazañas el devenir del conflicto. Porque, como señalaba en aquellos momentos el mariscal Montgomery: «Es preciso haber ganado la batalla aérea antes de iniciar la acción terrestre. Este es el primer gran principio de la guerra».
Convoyes de mercantes atacados en mitad de la noche, aviones que salen de las nubes para sorprender a los submarinos en superficie, ataques con cargas de profundidad, naufragios, largos viajes por el Ártico o el Caribe, submarinos que aparecen donde menos se les esperaba tras la guerra, héroes, comandantes crueles, banderas piratas, tiempos felices y tiempos duros… todo esto y mucho más formó parte de la guerra submarina en la Segunda Guerra Mundial.