Apasionada e impetuosa, la personalidad de Tina fue única. Nacida en Italia a finales del siglo XIX, y tras un breve paso por Hollywood, donde trabajó como actriz, llegó a México en plena efervescencia cultural de los años veinte.
Fue compañera en las reflexiones artísticas y políticas de los intelectuales y creadores de la época —Edward Weston, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros o Frida Kahlo, sólo por citar algunos— y acá encontraría el coraje y la inspiración necesarios para descubrir en la fotografía el medio idóneo con el que mostrar su indignación y compromiso por las injusticias sociales.
Pero más fuertes que su carácter e incluso su obra fueron sus fervientes ideales anti-fascistas, que mantuvo firmes hasta su trágica muerte, cuya causa real sigue siendo un misterio.
«Siempre tengo sed. Cuando bebo agua no pasa nada solo me hago pis. Cuando bebo alcohol pasan cosas. Cuanto más bebo más cosas pasan. Beber hasta caer en compañía, es una atracción, como subirte con amigas en una montaña rusa. El único momento de la semana en que me puedo dejar llevar. Caer. Caer en compañía a un abismo divertido. Bebemos hasta caer porque confiamos en tener alguien que nos sostenga o porque sabemos que no hay nadie para sostenernos. Es un juego. Peligroso».
Toda obra literaria esconde un núcleo de tensión, un conflicto narrativo. A traves de numerosos ejemplos, ejercicios y análisis de obras, Cómo diseñar el conflicto narrativo enseña al lector a descubrir los conflictos más importantes de los cuales se nutre la literatura. Tambien ofrece una amplia variedad de herramientas adecuadas para descubrir nuestros conflictos interiores y plasmarlos sobre el papel. Partiendo de un breve repaso histórico, Carme Font analiza los elementos transmisores de la tensión literaria que infunden dinamismo a nuestros relatos: caracterización, temática, ambientación, estilo y personajes, con el fin de conocer las claves para crear narraciones originales llenas de vida.