Para 2012, el año de mi nacimiento, era indiscutible que el calentamiento global era real, causado por los humanos y un peligro para la humanidad. Sin embargo, gracias a una campaña financiada por las gigantes empresas petroleras, la mitad de la opinión pública y muchos políticos optaron por la negación, anteponiendo la ideología y la mentira al futuro de sus nietos.
Corre 2084, año triste como pocos. Al final de su vida, un historiador decide investigar a quienes padecieron los efectos del peor atentado de la humanidad contra sí misma y contra la tierra: el Gran Calentamiento. Científicos, líderes políticos y ciudadanos de todo el mundo testimonian cómo han experimentado en carne propia inundaciones, sequías, hambrunas y guerras. Nueva York ha sido abandonada; 50 millones de bangladesís son refugiados y desplazados; México sufre las consecuencias económicas de su compleja vecindad con Estados Unidos; y la mitad del territorio de Holanda se encuentra bajo el agua.
En esta aterradora novela, construida con las herramientas de la ficción pero basada en hechos y predicciones científicas, el profesor de geoquímica James Lawrence Powell traza la crónica del futuro que nos espera si no hacemos nada para afrontar la crisis climática. Se trata de un retrato vívido del cambio climático y sus consecuencias en la vida de millones de personas; una profecía contundente y un apremiante llamado de atención.
Un libro que denuncia en clave de humor los fraudes perpetrados con supuestas reliquias de Cristo
Los abundantes Santos Prepucios, los Santos Pañales, las innumerables astillas de la cruz, el guardarropa de la Virgen, los Santos Rostros, las Santas Espinas, los Santos Griales, los Santos Lugares y todo el inmenso arsenal de mentiras fraguado para estafar a los crédulos devotos.
No encontrarás una descripción de edificios que albergaron a locos, sino matices y anécdotas de los locos y los cuerdos que los habitaron.
El protagonista de los dos libros anteriores (sobre cementerios y cárceles) escribe cartas al autor durante la pandemia y en cada una le habla de un manicomio diferente.
Los relatos están plagados de anécdotas, unas muy desagradables y otras más asequibles, incluso las hay divertidas y, sin duda, todas sorprendentes. No se recrea en el morbo, provoca que el lector se enganche y quiera saber, pero sin sufrir más de la cuenta.
Al final de cada capítulo recomienda una película y una canción que tienen alguna relación con el manicomio explicado.