Contrariamente a la idea de que la «inferioridad» de la mujer fue instaurada por el judaísmo y el cristianismo, algunas mujeres han desempeñado un papel fundamental desde los tiempos de la Iglesia primitiva. De hecho, si la Iglesia ha sido capaz de sobrevivir a la decadencia escolástica de la Edad Media y a los errores tanto del Renacimiento como de la Reforma ha sido principalmente por mérito de dichas mujeres. Se puede observar entre ellas un vínculo de continuidad siempre creciente y que atraviesa diferentes épocas: desde Hadewijch de Amberes hasta Edith Stein, pasando por Teresa de Ávila, Teresa del Niño Jesús e Isabel de la Trinidad. Cinco místicas, cinco personalidades excepcionales, que impulsan un renacimiento interior necesario para la Iglesia tanto en el pasado como hoy.
La obra, publicada originalmente en francés en 1989, puede ser considerada como el último volumen de una trilogía sobre la femineidad escrita por Bouyer, con un primer volumen de carácter teológico y antropológico, Le Trône de la Sagesse. Essai sur la signification du culte marial (1957), y un segundo de perspectiva eclesiológica, Mystère e ministère de la femme (1976). A través de su carácter testimonial, este libro muestra cómo lo ya anteriormente expuesto en ellos acerca de la vocación de la mujer y su misión en el mundo se ha cumplido y realizado, por la acción del Espíritu, en algunas mujeres que se han convertido en icono y modelo de vida cristiana.
Entre el invierno de 1821 y la primavera de 1824, murieron John Keats, Percy Bysshe Shelley y lord Byron, la segunda generación del Romanticismo inglés. En su persecución de la belleza y de la muerte, escapando de la conservadora Inglaterra, hallaron lo sublime en una tierra de mar y de misterio, Italia, donde descubrieron que el triunfo de la poesía era la muerte. Ninguno de ellos supo lo que era cumplir 40 años. Los tres ambicionaron el amor y la gloria literaria, pero un pasado cargado de sombras los perseguiría hasta el fin de su desgracia. El profesor Fernando Valverde ha construido un relato apasionante que nos invita a compartir esos años finales —con sus inquietudes, desvelos y emoción— con los tres grandes protagonistas. El resultado es un relato de no ficción, literario y exquisito, que es, sin duda también, un conmovedor tributo al amor a la poesía y a los libros.
9 de agosto de 378. En las llanuras al noroeste de la ciudad de Adrianópolis, en la provincia romana de Tracia -actualmente Turquía- se desarrolló una batalla decisiva para el Imperio Romano. Las legiones del emperador Valens se enfrentaron a las hordas godas que habían atravesado la frontera más oriental del imperio y sufrieron la más severa derrota desde la victoria de Aníbal en Cannae seiscientos años antes. El imperio sobrevivió todavía un siglo a la sangrienta batalla de Adrianópolis, pero ese día marcó un punto de inflexión: fue el inicio de su fin.
Alessandro Barbero ofrece al lector un apasionante y minucioso relato de esta batalla legendaria y plasma el mundo cambiante en el que se produjo. El resultado es la prodigiosa recreación de una derrota que marcó el inicio de la decadencia del Imperio Romano.