En esta obra, José Antonio Pérez Tapias aborda una discusión a fondo sobre la verdad y sus diferentes sentidos, y razona sobre por qué es imprescindible la verdad. Se profundiza en los argumentos acerca de por qué y cómo sostener las verdades susceptibles de ser compartidas sobre la base de buenas razones, y frente al mercado de la posverdad.
En la era de la posverdad, en tanto se ve barrida la verdad de la escena pública, la convivencia se hace imposible. Esto se debe a la fuerza de un poder que destruye la misma política y se impone como dominio a la sociedad. Ante tan grave consecuencia, a la crítica de la posverdad le sigue la apuesta por una política de verdad, necesaria como condición de la democracia.
Qué hacer con la verdad en la vida política no es problema solo de ahora. Ya lo abordaron los griegos. Conviene girar la mirada hacia ellos, para luego, de vuelta, considerar cómo se puede mantener un compromiso de verdad en nuestras democracias actuales, concretamente en el ámbito de la opinión pública. Todo ello exige clarificar en qué sentidos hablamos de verdad, sin eludir la cuestión de la verdad del sentido, crucial en nuestros diálogos intra e interculturales.
La impostura moral define nuestra época. No pasa un segundo sin que veamos en nuestras pantallas a alguien (un político, un periodista, un influencer, un ser anónimo) exhibiendo sus cualidades personales o criticando las de otros. Y para ello vale cualquier artimaña: su propio cuerpo, su alimentación, sus causas benéficas, sus mascotas, sus hijos o sus mayores.
La máscara moral. Por qué la impostura se ha convertido en un valor de mercado trata de explicar cómo el neoliberalismo y la masificación de las nuevas tecnologías han redefinido nuestra forma de relacionarnos basándose en el control moral del otro, han esterilizado nuestra cultura y han trastocado la función evolutiva de la moral: desde la cohesión grupal hasta la actual exhibición individualista e hipócrita en un teatro con miles de máscaras donde todos los personajes quieren ser el protagonista.
La increíble historia del detective del arte que localizó uno de los grandes iconos nazis.
En 2014, el‘detective del arte’Arthur Brand es convocado por su viejo amigo y mentor Michel Van Rijn (un antiguo traficante de antigüedades reconvertido, supuestamente, en colaborador encubierto de Scotland Yard), para pedirle que se encargue de un caso: la puesta a la venta de dos caballos de bronce, de tres metros de altura, que habían estado frente a la Cancillería del Reich. La hipótesis de partida es que se trata de una falsificación que algún personaje relacionado con los círculos neonazis intenta vender para financiar sus actividades clandestinas y subversivas. Pero Arthur Brand pronto descubre que pueden estar tras la pista de las verdaderas estatuas que, lejos de haber sido destruidas como siempre se había creído, estarían ocultas en algún lugar.