Magistralmente concebida con fines formativos y como un complemento perfecto a La filosofía japonesa en sus textos, esta obra es una culminación brillante de la trayectoria académica del autor, destinada a quien desee comprender la filosofía japonesa involucrándose en ella. Esta obra nos invita, por un lado, a familiarizarnos con varios periodos históricos y tradiciones del pensamiento japonés y, por otro, a conocer en profundidad y dialogar con siete grandes filósofos: K?kai, Shinran, D?gen, Sorai, Norinaga, Nishida y Watsuji. Su mérito no reside solo en presentar cronológicamente una serie de pensadores japoneses y sus obras, conceptos y teorías, o describir el contexto histórico, social y cultural en que se inscriben. Lo que convierte en excepcional y fascinante el recorrido que propone su autor es que, además de exponer distintas ideas, sus condicionamientos e impacto, interpela al lector a filosofar junto a los pensadores que las formularon, valorar sus argumentos y cuestionar sus propios posicionamientos.
La obra de referencia para estudiantes de ciencias políticas
La política se presenta a menudo como la acumulación desordenada y confusa de palabras y acciones. Por este motivo, puede llamar la atención el intento de asociar política y ciencia. ¿Hasta qué punto cabe un saber ordenado sobre los fenómenos políticos? ¿Sobre qué conocimientos se construye este saber?
Al mismo tiempo, podemos preguntarnos si la política sigue siendo una actividad relevante cuando la globalización económica o la expansión de las redes sociales parecen imponer reglas invisibles y elaboradas al margen de los procesos políticos de carácter institucional.
A estos y otros interrogantes intenta responder esta obra. A modo de introducción a la disciplina, expone sus logros y sus limitaciones. Deja abiertas muchas preguntas, pero también proporciona datos y claves para explicar hechos y, por tanto, para ayudar a quienes quieren influir sobre ellos.
«Paladín de la modernidad» y «maestro de la comunicación», «polemista de Fráncfort» y «conciencia moral pública de la cultura política»: tales son algunos de los epítetos de los que se ha hecho merecedor Jürgen Habermas. Con razón se ha dicho de él que «no solo es el filósofo vivo más famoso del mundo, sino que su propia fama es famosa». Pero si su figura como pensador resulta noticiable, y hasta puede parecer fascinante, es porque supo abandonar una y otra vez el ámbito protegido de la vida académica para intervenir en los debates de la esfera pública. «Es la irritabilidad», dice el propio Habermas de sí mismo, «lo que convierte a un sabio en intelectual». Reconstruir el intrincado entrelazamiento entre el oficio del filósofo y teórico social y el oficio del intelectual público es el objeto de esta biografía.