A lo largo de la Historia, las reliquias han generado diversos mecanismos de extracción, asimilación y transmisión de discursos visuales y de cultura material. Los «fragmentos» determinaron la creación de «envolturas» (relicarios-objeto y salas-relicario), pero también espejos (otras imágenes) y respuestas (emulación de la santidad). Tuvieron asimismo un potencial extraordinario para sacralizar espacios, reconfigurarlos y, en combinación con sus envoltorios artísticos y materiales, definir y construir nuevos lugares de recepción, nuevas capas de sacralidad a menudo yuxtapuestas y difícilmente separables.
Desde el punto de vista de la historiografía artística, el presente libro busca ofrecer una metodología de estudio en torno al análisis de la cultura visual de la Monarquía Hispánica a lo largo de la Edad Moderna y los inicios del mundo contemporáneo. En sus distintos capítulos no sólo se tratan asuntos de índole artística, sino también social, cultural y política, lo que ayuda a entender mucho mejor la relevancia que tuvieron, así como la importancia del relicario como espacio vertebrador de un mensaje que, en bastantes casos, supera el mero ámbito religioso del culto al santo correspondiente.
Bessie Smith nació en Chattanooga, Tennessee, en 1894, y se quedó huérfana a una edad muy temprana. Pasó unos años cantando en la calle antes de juntarse con una célebre compañía de espectáculos itinerantes, con la que giró por todo el sur de Estados Unidos cuando todavía estaban firmemente implantadas las leyes de segregación racial. En 1923 realizó su primera grabación con la incipiente discográfica Columbia Records, que en pocos meses vendió la cantidad récord de 780.000 copias y la convirtió en una estrella.
Conocida como la Emperatriz del Blues, Bessie Smith fue un personaje complejo con una vida difícil, cuya historia supera en muchos aspectos la ficción. Sus hazañas se han convertido en material de leyenda, y sus canciones sobre tragedias amorosas y el sufrimiento de las mujeres a menudo parecen un terrible presagio de las desgracias que a ella misma le sucederían poco después de escribirlas.
Así lo explica Jackie Kay, laureada poeta y escritora escocesa, que cuando era adolescente encontró en Bessie alguien con quien podía identificarse, un espejo en el que reconocer su propia negrura y un modelo de magnanimidad y osadía al que nunca ha dejado de idolatrar. En este libro extraordinario que mezcla biografía, ficción, ensayo y poesía, la autora canaliza su enorme admiración por Bessie y agradece la fuerza transmitida por sus canciones y su excepcional ejemplo de vida. Publicado originalmente en 1997, Bessie Smith emerge por primera vez en castellano en 2022 como un clásico del ensayo biográfico y un libro imprescindible para conocer la turbulenta historia de la Emperatriz.
En el centro de este libro hay un objeto: un trozo de chicle que tiene más de veinte años. El chicle lo mascaba, frágil pero furibunda, Nina Simone al salir a escena en el festival Meltdown de Londres, en 1999; quien lo rescató junto con la toalla donde ella lo había dejado fue el autor de este libro, Warren Ellis (ya entonces violinista de los Bad Seeds de Nick Cave, y desde hace una década convertido en su mano derecha), que lo guardó hasta el día de hoy, tan magnetizado por sus vibraciones como totalmente incapaz de tocarlo. El chicle de Nina Simone, el debut de Ellis en la escritura, documenta el proceso que sigue una reliquia custodiada con celo hasta ser expuesta en público, y por el camino captura el modo en que algo en apariencia insignificante puede, por obra de la admiración y el respeto, poner en marcha los mejores esfuerzos a su alrededor.