El título del libro refleja perfectamente su contenido. A lo largo de más de doscientas páginas se analizan los problemas jurídicos suscitados con ocasión de las intervenciones desarrolladas por las diferentes Instituciones del Estado en Cataluña, calificados como expresión de una profunda crisis institucional. Partiendo de una consideración histórica ineludible, se entra en el estudio de la relación entre el Tribunal Constitucional y las Cámaras legislativas, en especial con la Mesa. Igualmente la intervención penal y los miembros del parlamento, su inviolabilidad e inmunidad (cuando se reconoce), así como la inviolabilidad de la Cámara como tal. El monarca y su papel, el previsto constitucionalmente y el actuado en una situación de crisis específica. Los derechos de la ciudadanía en el ejercicio de sus derechos políticos, en especial cuando se trata del derecho a decidir y la experiencia desarrollada con motivo de la celebración del 1 de octubre. Ese derecho a decidir resultado de una ponderación de bienes y principios constitucionales que obliga a su respeto. La respuesta que el Estado ha dado aplicando el artículo 155 CE de forma indebida, material y formalmente. Finalmente se reflexiona sobre la aportación que la opción federalista pudiera significar en el momento actual. Un análisis general y específico, a la luz del proceso político catalán.
«Un libro familiar, desconcertante, que se nos revela como una presencia benéfica. Es menos difícil de escalar que el Everest, pero como él, está ahí». EMMANUEL CARRÈREEl libro plantea «el problema de Dios» desde la propia experiencia vital de su autor y su búsqueda incesante, tanto a través de la lectura de los grandes místicos como el Maestro Eckhart y de las grandes tradiciones religiosas (hinduismo, buddhismo, cristianismo) como de prácticas tales como el yoga y la meditación, hasta el encuentro con aquellas personas afines a sus inquietudes espirituales. Los textos místicos y sagrados son abordados a partir de autores como Mircea Eliade, Henry Corbin, Jean Varenne o Louis Massignon, entre otros, y confrontados con la filosofía griega y del siglo XX, desde Nietzsche a Martin Heidegger o Hannah Arendt. El «problema de Dios» se enfoca desde una doble perspectiva: la del Dios antropomorfo y personal y la del Dios impersonal, sin forma ni figura, para centrar el argumento de su libro en esta última. En efecto, esta obra trata del Dios al que se llega por la cara norte de la montaña, que no es otra que el Monte Carmelo de san Juan de la Cruz, y cuya cima se alcanza mediante una ascensión que consiste en un proceso de reducción y de negación.