En junio de 1937, varios agentes de la policía secreta, a las órdenes del conocido comisario soviético Orlov, detienen y secuestran en Barcelona al dirigente comunista Andreu Nin. En una ciudad en guerra contra el fascismo y desgarrada por las luchas intestinas entre anarquistas y comunistas, el máximo dirigente del POUM, un partido marxista de corte heterodoxo, hacía años que había concitado las iras de Stalin. Y eso era una pésima noticia. Nin (El Vendrell, 1892-Alcalá de Henares, 1937) fue maestro, escritor, traductor y, ante todo, un intelectual revolucionario fiel a los postulados leninistas que, tras nueve años en la Unión Soviética, no se cansó de denunciar la posterior degradación de la Revolución rusa a manos de Stalin. Acusado falsamente de traición y conspiración contra la República, Andreu Nin fue trasladado en secreto a Alcalá de Henares para ser interrogado. Su cuerpo jamás apareció.
«Provengo de una familia forjada por tragedias y unida por un amor extraordinario e inquebrantable», escribe Hunter Biden en estas memorias profundamente conmovedoras sobre la adicción, la pérdida y la supervivencia.
A la edad de dos años, Hunter Biden resultó gravemente herido en un accidente de coche que acabó con la vida de su madre y de su hermana pequeña. En 2015, sufrió la devastadora pérdida de Beau, su hermano mayor, fallecido de un cáncer cerebral a los cuarenta y seis años. Durante la administración de Trump, Hunter fue objeto de incesantes ataques e insultos por parte del presidente y sus secuaces. Estas dificultades se agravaron a causa del final de su matrimonio y de una larga batalla contra la adicción a las drogas y el alcohol.
En Cosas bonitas, Hunter narra su caída en la drogodependencia y el tortuoso camino hacia la sobriedad. La historia termina donde se encuentra hoy, como hombre sobrio y casado, con un nuevo bebé y un padre convertido en el cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos; un hombre que por fin es capaz de apreciar las cosas bonitas de la vida.
En este lugar del mundo, en esa región que recorre de Oriente Medio a Afganistán, hay una revolución en marcha. Es la revolución de las mujeres. Una lucha sin cuartel ni final contra el patriarcado que domina la política, la cultura y la sociedad. A veces, esa lucha es por la mera supervivencia. Otras, una lucha consciente y organizada por defender derechos que se les niegan de forma reiterada. El derecho al aborto, el derecho a una educación, el derecho a un trabajo digno. El derecho a existir libremente.