Las ciudades contemporáneas sufren un proceso de homogeneización y mercantilización que está acabando con las particularidades y con la vida cotidiana que en ellas se ha desarrollado durante siglos. En este recorrido por la ciudad y sus grietas, Lurdes Martínez nos acerca, en un registro entre lo poético y lo analítico, nuevas formas de acercarnos al espacio urbano.
La fundadora del Club de Malasmadres habla en primera persona de la lucha diaria de cientos de miles de mujeres por la conciliación.
Este es un relato de renuncia: la historia de una Malamadre que tuvo que dejar de lado su carrera profesional al tener a su primera hija. Lo más normal del mundo, ¿verdad? Pues no, ni es normal ni es justo y en estas páginas descubrirás por qué.
Laura Baena Fernández, fundadora del Club de Malasmadres, parte de su propia experiencia para ahondar en una realidad invisibilizada aunque afecte a cientos de miles de mujeres en nuestro país: cómo ser madre acaba penalizándolas tanto a nivel laboral como personal. Valiéndose de la colaboración de su compañera de lucha, la socióloga Maite Egoscozabal, y de la voz de muchas mujeres reconocidas o anónimas, la autora nos abre los ojos ante nuestras creencias sesgadas sobre maternidad, invitándonos a reflexionar y a reaccionar. Todo ello para impulsar una revolución cultural que rompa con el silencio de las madres sobre sus vivencias y genere un cambio social real.
Porque solo destapando las renuncias de las mujeres, que parecen elegidas pero no lo son, se podrá poner fin a la desigualdad y conseguir que las legítimas reivindicaciones por las que aboga este libro se conviertan en la realidad de las generaciones futuras.
El autor Lic. Libio Amaury Matos, quien escribe nunca
pensó escribir un libro o biografía sobre el Che Guevara.
En principio tenía ese pensamiento, porque no quería que me
asociaran a la corriente política comunista, ni socialista, ni
tampoco como un ferviente fanático, admirador o seguidor
del famoso líder revolucionario Che Guevara o del gobierno
revolucionario cubano. También porque pensaba que ya se
habían escritos muchos libros sobre el rebelde sin causa, los
cuales confi eso a mis lectores que ninguno de ellos nunca leí,
ni tan siquiera una página completa.