¿Qué pueden enseñarnos los griegos y los romanos para nuestro mundo actual?
El laberinto de hoy, el de la crisis global, económica, sanitaria, política, de valores y expectativas, nos angustia día a día y parece no tener salida. ¿Cómo encontrar una guía certera? ¿Dónde están las voces autorizadas que nos orientan? ¿Tiene sentido buscar las claves del presente y el futuro en el pasado?
Como si desenrollásemos un ovillo mágico, se puede seguir a lo largo de la historia de nuestra cultura un hilo tenue pero firme―el encarnado de Ariadna o el áureo de Platón―que conduce a un lugar mejor y enlaza con un escogido grupo de mentores casi providenciales. Tal vez toda historia esté contenida en un número reducido de autores y obras claves, dotados de un carácter modélico, primordial y casi profético. Son, por supuesto, aquellos que llamamos «clásicos», entre los que destacan los grecolatinos. Y es que, en la experiencia histórica y literaria del mundo antiguo―desde Homero a Virgilio, de la democracia ateniense a la república romana―, se puede hallar una fuente de inspiración, intuición y consejo que nunca se agota.
La eminente investigadora M. Teresa Telleria, directora durante muchos años del Real Jardín Botánico de Madrid y profesora emérita del CSIC, recoge en este libro la increíble peripecia de Jeanne Baret, una joven de extracción humilde que, en el siglo XVIII, disfrazada de hombre, participó en la expedición científica de Bougainville. A pesar de esta singular hazaña y de que fue la primera mujer en completar la vuelta al mundo, nada de lo que hizo recuerda hoy su nombre. Las convenciones de su tiempo y el viento de la historia se encargaron de desvanecer su legado. Jeanne Baret, víctima de los contrasentidos de la época que le tocó vivir, vivió a la sombra del Siglo de las Luces.
Con una sucesión limitada de datos, la autora ha conseguido recomponer la odisea de una mujer valiente que arriesgó su vida por un deseo de libertad y prestó un servicio a la ciencia, impagado aún, en el campo de la botánica.
¿Qué hacer con el legado de un dictador tras su muerte o caída? Esta memoria conflictiva también incluye una herencia material, que va desde la tumba del autócrata a los lugares concretos vinculados a sus víctimas, pasando por el espacio público representado por el nomenclátor o los monumentos. Las guaridas del lobo repasa cómo la Europa contemporánea se ha enfrentado a sus propios fantasmas, cómo ha resignificado de modo particular los espacios estrechamente vinculados a la biografía y memoria del tirano, y cómo ha integrado ?no sin contradicciones? este pasado incómodo en su propio relato nacional.