¿Quién fue José Antonio?
Pocas figuras del siglo XX español han sido tan profusamente mitificadas como la de José Antonio Primo de Rivera.
El régimen franquista le dedicó un grandioso culto calificándole de caído y mártir principal de la Cruzada y las biografías redactadas durante la dictadura por falangistas que conocieron y trataron con el Jefe Nacional de la Falange Española de las JONS son en tal grado elogiosas y acríticas que resultan en su mayoría inservibles.
Por fin, a los 80 años de su muerte, Joan Maria Thomàs, especialista en la historia de Falange, nos ofrece una nueva e imprescindible biografía que explica al personaje a la luz de los rasgos de su personalidad, de su pensamiento y sus actuaciones políticas más definitorias, cuestionando el mito y culto interesados que le fueron dedicados. Thomàs dibuja, con rigor y objetividad, el perfil de un líder fascista dispuesto a conseguir la implantación de un régimen político de ese tipo en España, al frente del cual aspiraba a estar él mismo, al tiempo que distingue entre lo que pretendía José Antonio y lo que fueron la Falange franquista y el Régimen de Franco.
«Bastó que muriera para que todos los odios se convirtieran en veneración, todas las calumnias en plegarias, todos sus hechos en leyenda. Muerto, ya no era un hombre sino un símbolo. La América Latina se apresuró a convertir en mármol aquella carne demasiado ardiente, y desde entonces no hubo plaza que no estuviera centrada por su imagen, civil y pensativa, o por su efigie ecuestre, alta sobre los Andes. Por fin en el mármol se resolvía lo que en la carne pareció siempre a punto de ocurrir: que el hombre y el caballo se fundieran en una sola cosa.
Aquella existencia, breve como un meteoro, había iluminado el cielo de su tierra y lo había llenado no solo de sobresaltos sino de sueños prodigiosos.»
William Ospina
El tesoro de Tutankhamón es uno de los temas más fascinantes de la egiptología, pero la biografía de quienes sacaron a la luz el increíble mundo del antiguo Egipto no se queda atrás. En Cosas maravillosas no solo se habla del Faraón Niño y del contexto en el que vivió, sino también de la empresa arqueológica más grande de todos los tiempos: la expedición que culminó con el hallazgo de su sepultura intacta el 4 de noviembre de 1922 gracias a Howard Carter y Lord Carnarvon.
Por entonces, la ciencia de la egiptología tenía apenas un siglo de existencia, y se enfrentaban a un reto histórico de enorme complejidad. Aquí revivimos aquella aventura incomparable que conjugó intereses políticos, problemas de conciencia y grandes avances científicos.