Los que piensen que no puede haber épica proletaria, que la épica es propiedad de los griegos de las Termópilas, de los jinetes azules de Custer o de los estudiantes del 68, están equivocados: a principios del siglo pasado, entre proletarios de humeantes fábricas oscuras, bares de mala muerte, calles sin farolas, barrios hacinados y sueldos casi inexistentes, se gestó un levantamiento obrero cuya protagonista fue una Cataluña enloquecida, que parecía habitar en un universo distinto.
En este ambicioso proyecto, Paco Ignacio Taibo II recorre los vericuetos del movimiento anarcosindicalista más importante de España, que demostró que tanto el Estado como el «reino» de los burgueses son aparatos que tiemblan ante las multitudes que se rebelan. Que sean fuego las estrellas es una historia de proletarios y burgueses, y de la reivindicación de aquellos principios que hoy, equivocadamente, parecen de mal gusto: el deseo de justicia y libertad.
Descendiente de colonos fenicios asentados en Tripolitania, Septimio Severo es un emperador clave en la evolución de la historia de Roma. Enigmático y muchas veces conflictivo, fue el primer gobernante nacido en África que se puso al frente del Imperio romano, ademas de ser el fundador de la dinastía Severa, y su reinado (193-211 d. C.) supuso un punto de inflexión para sus súbditos. Con sus conocidas capacidades analíticas y divulgadores, Anthony Birley desentraña la trayectoria y la compleja figura de Septimio, cuánto había de romano en sus orígenes, cómo fue su turbulenta carrera militar y política como senador, y de qué modo accedió al poder y gobernó con éxito un vasto territorio que no tardaría en iniciar una decadencia.
Fernando de Lapi podría haber formado parte de la Generación del 27. Tan solo necesitaba un poco más de suerte, un poco más de osadía y, quizá un poco más de talento como poeta. Ahora, en el gris Madrid de la posguerra, se refugia en la seguridad de su cargo en el Banco de España y, sobre todo, en el amor de María Luisa, su esposa y confidente. Fernando tiene un apasionante pasado personal que contarle, con sus contactos con Unamuno, Jorge Guillén, Picasso, Gerardo Diego, García Lorca, Gómez de la Serna y un largo etcétera. Pero también, mientras desgrana sus memorias, se convierte en el excelente cronista de la historia de la España reciente, que va transcribiendo su mujer, mientras el matrimonio va entrando en una fase de intimidad.