La escritura sobre el grial significó la construcción de un nuevo mito en la cultura europea. Es en la última obra de Chrétien de Troyes, El cuento del grial (1180), donde por vez primera aparece este término en torno al cual se concentró toda una historia: un castillo repentinamente aparecido en un valle, un rey enfermo, un joven que se maravilla ante unos objetos, entre ellos el grial, pero no pregunta nada acerca de ellos y de su posterior búsqueda. Entre otros motivos, el carácter inacabado del roman de Chrétien generó una escritura febril por parte de autores franceses y alemanes, siempre con la intención predominante de interpretar y comprender lo que habían heredado como un enigma, y así se sucedieron durante medio siglo las cuatro Continuaciones, el José de Arimatea de Robert de Boron, Perlesvaus de autor anónimo, Parzival de Wolfram von Eschenbach o La búsqueda del Santo Grial, de autor también desconocido, que ayudaron a conformar una poética concreta favorecida por el ambiente y la atmósfera de las Cruzadas. Es posible que fuera la pérdida de Jerusalén, y con ella la del Santo Sepulcro, la que activara este gran esfuerzo constructor del imaginario griálico que ha perdurado hasta nuestros días.
La sexualidad no solo se ha convertido en un campo esencial de la historia, también se ha apoderado del léxico político: igualdad, dominación, discriminación, libertad, liberación, revolución, etc. En línea con la obra de Michel Foucault, se presenta como un hecho eminentemente cultural, sensible a las transformaciones económicas, religiosas y científicas, y que estructura los marcos mentales y alimenta la imaginación de las diferentes sociedades. Esta accesible, amplia y original reflexión sobre la historia de las sexualidades, apoyada en una vasta y actualizada investigación documental, ofrece un recorrido -desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días- por las principales etapas y desarrollos de las normas y las mentalidades, abordando aspectos concretos como la edad, el género, la orientación sexual, así como la legitimidad de las parejas y el contexto general, entre otros factores.
Los Cuadernos Negros, especie de diario filosófico, enlazan las reflexiones más estrictamente teóricas con referencias a la situación personal y profesional de Martin Heidegger, así como a acontecimientos tanto históricos como cotidianos. Representan en este sentido un estilo de escritura y meditación filosófica extremadamente singular.