Esta obra cambiará nuestra forma de pensar la naturaleza de la justicia social. Charles Larmore, Universidad de Chicago Las teorías éticas imperantes omiten tres temas importantes: el trato a las personas con discapacidades, el alcance de la justicia más allá del Estado-nación y los deberes hacia los animales no humanos. Este memorable libro aporta una perspectiva valiente y audaz sobre estas cuestiones, basada en el respeto y la empatía. Nussbaum nos plantea con valor y elegancia el escenario de unos debates teóricos y prácticos imprescindibles.
«Cada vez son más los científicos que nos prometen que la revolución de la longevidad llegará mañana, que nuestros nietos podrán vivir ciento cincuenta años o más, aún jóvenes y con buena salud física y mental. Este libro hace balance de estas investigaciones, separa la ciencia de la fantasía y plantea la pregunta fundamental: ¿por qué vivir tanto? Este es el tema principal de este libro, que, ante esta pregunta, examina las dos concepciones existentes pero opuestas de una vida feliz. La primera, que procede de los siglos pasados y que la psicología positiva ha vuelto a poner de moda, nos invita a decir «sí a la realidad», a resignarnos al orden natural de las cosas para aceptar con serenidad la vejez y la muerte. En cambio, las filosofías modernas abogan por una espiritualidad completamente distinta: la prolongación de la vida con buena salud podría ofrecer a la humanidad la oportunidad de ser por fin menos estrecha de miras, menos violenta y, por qué no, más sabia que en el siglo XX». «Me parece genial llegar a vivir 300 años, hay tantas mujeres que amar, hay tantos libros que leer». Luc Ferry
¿Ha oído que el lenguaje es violencia y que la ciencia es sexista, o que estar obeso es saludable, o que no existe el sexo biológico, o que solo las personas blancas pueden ser racistas? ¿Se pregunta cómo esas ideas han conseguido tan rápidamente poner en entredicho la propia lógica de la sociedad occidental? El presente libro, traducido a más de quince lenguas, documenta la evolución del dogma que subyace a esos postulados, desde sus orígenes en el posmodernismo francés. Hoy, este dogma es reconocible tanto por sus efectos -la cultura de la cancelación y las campañas de acoso en redes sociales- como por sus axiomas, que con demasiada frecuencia son considerados indiscutibles por los medios de comunicación. Helen Pluckrose y James Lindsay desmontan este entramado teórico que sustenta el activismo radical, cuya deriva autoritaria representa una amenaza no solo para la democracia liberal, sino también para la modernidad misma.