Maigret plantea una serie de precisiones temáticas y cronológicas sobre las distintas corrientes de pensamiento que han abordado el tema de la comunicación. Conservando una visión histórica, que ilustra la evolución de las teorías y los compromisos de los autores, trata de poner de manifiesto los elementos canónicos de cada una de las grandes tradiciones.
OLIVER STONE, ganador de un Óscar de la Academia, y el historiador Peter Kuznick nos desvelan la otra cara de la historia de Estados Unidos analizando los grandes acontecimientos que desde la Guerra de Secesión y hasta la actualidad han marcado el «siglo americano» a través de un prisma crítico y constructivo. El resultado es un libro que cuestiona el discurso oficial transmitido dentro y fuera de las fronteras de la superpotencia —centrándose en los errores porque los grandes aciertos ya han sido glorificados— que han marcado la historia de Estados Unidos y, por tanto, del mundo. La Primera Guerra Mundial, el New Deal, la bomba atómica, el asesinato de Kennedy, la carrera armamentística de Reagan, el 11-S, la llegada de Obama al poder... son solo algunos de los importantes hitos que los autores revisitan y examinan. Porque tal y como ellos mismos afirman en la introducción: «Somos esclavos de nuestra concepción del pasado y rara vez nos damos cuenta de hasta qué punto esa forma de entender la historia determina nuestro comportamiento aquí y ahora. La comprensión de la historia define nuestra idea de lo concebible, de lo realizable».
El análisis de la justicia y la política alemanas de los años 20 y primeros 30 del pasado siglo sirven en este ensayo para comparar el proyecto liberal conservador y el republicano como las dos formas que marcaron el enfrentamiento ideológico europeo antes del ascenso de los totalitarismos.
En una carta enviada al dictador Francisco Franco en septiembre de 1945, Ramón Serrano Suñer sostenía que, antes del final de la Segunda Guerra, 'las tres formas políticas genéricas de nuestro tiempo eran: democracia liberal, fascismo o comunismo'; y que ante aquella disyuntiva, la decantación totalitaria española fue la más conveniente. Desde aquel entonces, el momento político de la primera posguerra ha solido encajonarse en el citado trilátero. La presente monografía plantea un ángulo de observación alternativo, tomando el caso alemán como categoría europea. El espíritu político de los años 1920 y primeros 1930 resulta más eficazmente captado a través de la contraposición entre dos proyectos liberales nacionales: el conservador y el republicano. Sus implicaciones políticas saltan bien a la vista desde el observatorio que proporciona el derecho constitucional y la teoría del Estado. Sobre estos postulados, se examinan la opinión conservadora y el parecer demócrata sobre la figura constitucional republicana, la democracia pluralista, el Estado de partidos, el gobierno parlamentario, la supremacía de la ley, la vinculación constitucional y legal de los jueces, los derechos fundamentales, el papel de la alta burocracia, el estatuto de los cuerpos intermedios o el alcance de los poderes de excepción. Se han redactado estas líneas con el afán de reconstruir un intervalo jurídico fundacional, mas ya cancelado, aunque con la impresión creciente de estar escribiendo sobre desafíos y peligros que vuelven a emerger entre nosotros.