Mi lucha (Mein Kampf) contiene detalles sobre la vida temprana del líder nazi y describe su ideología política y planes para el futuro de Alemania. El libro fue muy popular durante el Tercer Reich, el periodo durante el cual Hitler gobernó Alemania. Sin embargo, después de su muerte en 1945, el estado de Baviera lo prohibió y no se volvió a publicar en Alemania hasta 2016. El primer volumen incluye una combinación de anécdotas autobiográficas y reflexiones sobre las condiciones deplorables en Alemania y el establecimiento del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Partido Nazi). La segunda parte se centra más en los detalles sobre la ideología del partido y la agenda doméstica. Adolf Hitler, el dictador de la Alemania nazi de 1933 a 1945, escribió el primer volumen mientras estaba encarcelado en Baviera después de su fallido intento de tomar el poder en Munich en noviembre de 1923. Publicado en el verano de 1925, fue seguido por el segundo volumen en diciembre de 1926. El libro recoge la ideología darwinista social de Hitler y revela su odio hacia los judíos y bolcheviques. Se trata de una obra que permite al lector echar un vistazo a la mente de uno de los dictadores más sanguinarios del mundo y comprobar cómo formó las ideas que luego se convertirían en la base de la Alemania nazi. Los principales temas recurrentes del libro incluyen el racismo, el antisemitismo, el militarismo y el nacionalismo alemán.
Un compendio fascinante de mitos, leyendas y realidades históricas
¿Existió la ciudad de la Atlántida? ¿Pronunció Julio César las famosas palabras «¿Tú también, hijo?», antes de morir? A veces, la narración patrimonial y literaria difiere de los hechos. Así, este libro, escrito con afán divulgativo, pretende transitar por la delgada línea roja que separa los relatos de tintes legendarios y folclóricos, y el mundo real. David Hernández de la Fuente, respetado clasicista, nos ofrece un mosaico de anécdotas y momentos controvertidos de la Antigüedad, destacando curiosidades sobre ciudades míticas, sucesos y personajes clave de la historia.
El fin de la República fue, desde el punto de vista de las fuentes romanas, un largo siglo marcado por guerras civiles: Mario contra Sila, César contra Pompeyo y Octaviano contra Marco Antonio. Guerras que podrían parecer solo ajustes de cuentas entre facciones romanas, interrumpidas por campañas contra bárbaros o rebeldes, pero, en realidad, fueron algo mucho más complejo.
Desde Hispania hasta Mesopotamia, la perspectiva se volvió global. Porque ante esta expansión, bereberes, hispanos, galos, griegos, tracios y armenios ocuparon la primera fila de estos espectáculos trágicos de las guerras civiles romanas de las que dependía su destino, por lo que fueron más que peones en el tablero del Imperio romano. Junto a Octaviano o Antonio, hubo otros extranjeros menos conocidos que Cleopatra implicados en el Gran Juego entre Roma, los partos y los demás pueblos vecinos: el moro Bogud, el cilicio Tarcondimoto y el armenio Atravasdes, que influyeron en la política interna republicana.