Un Fernando Savater más libre e iconoclasta que nunca. Carne gobernada es posiblemente su obra más personal donde a través de un viaje por sus vivencias, reflexiona sobre la política actual, el deseo y la sensualidad en la madurez. Además de explicar cómo los acontecimientos recientes han motivado su cambio ideológico y criticar la clara decadencia política y cultura del Occidente, lanza un dardo al periódico en que siempre ha escrito, El País, y un alegato a favor de la libertad sexual de los mayores.
Con un tono narrativo y un lenguaje cercano lleva al lector por una travesía que agitará conciencias y levantará polémicas.
¿Cómo hemos pasado de sociedades pequeñas de cazadores-recolectores, en las que cualquier miembro ajeno a ellas era considerado un enemigo, a coexistir en civilizaciones extensas en las que nos codeamos cada día con multitud de desconocidos? ¿Qué se ha removido en nosotros para pasar del impulso xenófobo de hacer la guerra a los forasteros a convivir con ellos tratándolos con benigna desatención? ¿Cómo ha sido el tránsito de la ética de la sabana a la ética de la civilización?
Se ha producido una evolución importante desde la moral que imperaba hace millones de años en las minúsculas colectividades de nuestros ancestros hasta la actual moral de las civilizaciones extensas. Hemos alcanzado lo que se denomina dominio ecológico: estamos en lo alto de la cadena trófica y ya no tenemos depredadores importantes de los que preocuparnos. Ahora, las principales presiones de selección que se ejercen sobre nuestra especie proceden de ella misma.
Oxford, 1 de mayo de 1956. En la solemnidad de la Biblioteca Bodleiana, el claustro de la universidad se ha reunido para decidir si se le concede un honoris causa al expresidente de los Estados Unidos Harry S. Truman. Una de las personas presentes, la filósofa Elizabeth Anscombe, se opone con vehemencia, poque considera que este reconocimiento no debe concederse a quien, al ordenar el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, fue culpable de la muerte de miles de inocentes.
En unos tiempos en que la filosofía había virado hacia los métodos analíticos y científicos del positivismo lógico, ella y sus colegas y amigas en Oxford Philippa Foot, Iris Murdoch y Mary Midgley, bajo el impacto de la Segunda Guerra Mundial, consideraron que la filosofía debía afrontar de nuevo las grandes preguntas éticas: ¿qué es moralmente correcto? ¿Qué principios morales deberíamos seguir? ¿Existe un criterio objetivo de moralidad?
Este libro reconstruye la peripecia vital e intelectual de estas cuatro mujeres que dejaron su huella en la filosofía, en unos tiempos en que esta disciplina estaba dominada por los hombres.