La raíz y causa principal de la historia de la humanidad tanto en sus aspectos positivos como negativos es el carácter dual y antitético que caracteriza sin excepción al hombre, esto es, su inclinación tanto al bien como al mal. Este dualismo individual es asimismo la clave para explicar y comprender el dualismo colectivo que ha existido siempre y las luchas que han surgido una y otra vez entre las diversas clases y estratos sociales. Partiendo de esta tesis, Heleno Saña reconstruye en su nuevo libro los conflictos de la más diversa especie que se han dado en todos los ciclos históricos, tipos de sociedad y civilizaciones desde los tiempos más remotos a hoy.
Consecuente con su concepción dualista del hombre y de la historia, el autor rechaza como dogmáticas y unilaterales las visiones edificantes de la historia, a la vez que rechaza las concepciones pesimistas que niegan al hombre la capacidad de aprender de sus errores y buscar modos de vida y una tabla de valores capaces de poner en pie un modelo de sociedad lo más humano y justo posible. El camino a seguir para alcanzar esta meta es el de combatir, a través de la reflexión y el examen de conciencia, sus inclinaciones egoístas y potenciar lo que en él anida de noble y altruísta.
La división, la crispación y la polarización han dado un vuelco al escenario político internacional. El murmullo de descontento que comenzó en los años noventa ha llevado a ciertos sectores de la sociedad a manifestar una clara animadversión hacia el proyecto globalizador de las élites. Gobernantes y ciudadanía parecen preferir el libre mercado en lugar de una democracia saludable. Conceptos como «libertad» o «civismo» han dejado de generar consenso y se han convertido más que nunca en armas arrojadizas entre adversarios electorales. Mientras, aumentan las desigualdades sociales, la injusticia racial y el hiperpartidismo, y las fronteras nacionales pierden su relevancia económica e identitaria.
En esta nueva edición de El descontento democrático, publicado por primera vez en 1996 y actualizado a los nuevos tiempos, Michael J. Sandel explora de un modo certero e iluminador las causas de la profunda decepción que se ha apoderado de la vida pública en las democracias occidentales. A través del caso de Estados Unidos, nos proporciona herramientas para comprender cómo en tiempos de guerras culturales, donde cada vez es más difícil que surjan movimientos reformistas de amplia base social, nuestra tradición cívica puede ayudarnos a imaginar una alternativa al sistema neoliberal y tecnocrático en que estamos instalados, donde la identidad y los ideales comunes están cada vez más devaluados.
A finales de los noventa, en dos pequeños pueblos de la Bassa Modenese, una zona situada en el centro norte de Italia, los servicios sociales separaron a dieciséis niños de sus familias y los enviaron a otros lugares del país. Los padres eran sospechosos de pertenecer a una secta de pedófilos satánicos que realizaban rituales nocturnos en el cementerio bajo supervisión de un cura católico muy querido por los vecinos. Son los mismos niños los que relataron a los psicólogos y asistentes sociales estas escenas horribles y atroces. La red de monstruos que describieron implicaba a madres, padres, hermanos, tíos y conocidos, pero lo cierto es no hay ni un testimonio de una persona adulta. Nadie ha visto ni oído nada. ¿Es posible que en este rincón del mundo se haya impuesto una ley del silencio tan profunda y eficaz?
La realidad de los hechos emergerá bajo una luz nueva, más escalofriante que la anterior. Sin embargo, para muchos será demasiado tarde, aunque alguno de ellos tendrá una nueva oportunidad.