¿No existen los personajes de las novelas que nos apasionan? ¿No son verdaderas las figuras del cuadro que nos absorbe o las escenas de la película que nos aterroriza? ¿Por qué nos emocionan así entonces? ¿Por qué nos las creemos tanto como para sollozar o reír a carcajadas? Actualizando un tema clásico del pensamiento occidental, la pregunta por el estatuto de realidad que corresponde a las creaciones artísticas, Pablo Maurette (autor de El sentido olvidado: ensayos sobre el tacto, Mar Dulce editora, 2015) compone aquí un ensayo brillante, preciso y delicioso. Armado con el concepto grecolatino de evidencia, Maurette recorre hitos artísticos y filosóficos de toda nuestra tradición (de Platón a Susan Sontag, pasando por Giotto o Proust), deteniéndose especialmente en un cuento de Julio Cortázar y en una película de Quentin Tarantino, para desnudar como nunca las herramientas y estrategias clave de esa mágica fábrica de verdad que son nuestras ficciones.
Para Jacob Burckhardt es en la Italia renacentista cuando y donde florecen tanto el individualismo como la competición por conquistar la fama, elementos que transformaron radicalmente la ciencia, las artes y la política. Reconstruyendo la atmósfera de los estados italianos de Florencia, Venecia y Roma, y rastreando las vidas de personajes como Dante, Pico della Mirandola, Maquiavelo, Petrarca, Lorenzo el Magnífico, César Borgia, Alejandro VI o León X, el célebre historiador suizo muestra el punto de partida del que llegará a ser el mundo moderno.
En esta obra maestra, donde la Historia deja de lado el historicismo y su acumulación de datos, Burckhardt rompe con el sectorialismo historiográfico y nos ofrece una vívida y fascinante imagen de una era de transición cultural. Acudiendo a la Sociología, a las Ciencias Políticas o a la Historia del Arte entre otras disciplinas, La cultura del Renacimiento en Italia supone la interpretación más influyente del espíritu renacentista.
Después de Filosofía en la calle, Eduardo Infante nos vuelve a citar en el ágora de la reflexión, el debate y las grandes preguntas.
La ética es una disciplina peligrosa y subversiva, capaz de cuestionar profundamente las normas establecidas. En la Antigua Grecia, era un ejercicio de pensamiento que se practicaba en las calles, pues todo el mundo tenía derecho a opinar. Ética en la calle pretende recuperar ese cuestionamiento de las creencias y los valores para crear una plaza pública virtual que permita a los lectores dialogar entorno a preguntas que nos formulamos hoy en día: explorar qué significa vivir una vida digna y buena, qué es el bien y el mal, cuáles son los límites que nos plantea la ingeniería genética o la inteligencia artificial, entre otros.
Cada capítulo plantea un reto filosófico y ofrece varias respuestas para fomentar el debate y la reflexión en colaboración con otros: ¿Un anciano con Alzheimer sigue siendo culpable por unos crímenes que no recuerda que cometió? ¿Es el género una invención social? Con la ayuda de los grandes pensadores de la ética y del mejor cine clásico, podremos evaluar las alternativas y juzgar cual de ellas es más justa.