La Guerra Fría fue un fenómeno clave para entender el siglo xx. Los años sesenta años sesenta constituyeron una coyuntura especial, ante los desafíos planteados por la descolonización, las expectativas de cambio en los países en vías de desarrollo y el ascenso de movimientos revolucionarios en el “Tercer Mundo”. La rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética por aumentar sus espacios de influencia no se limitó a la esfera política-militar; también compitieron por ver qué modelo de modernización resultaba más atractivo: si el estadounidense basado en la libertad de mercado, o el soviético sustentado en la planificación estatal. América Latina fue, sobre todo para Washington, una región especialmente sensible, con el reto añadido de contrarrestar el atractivo de Fidel Castro, y su pretensión de crear focos de disidencia anti-yanqui en el resto del continente. Este libro examina la oleada modernizadora que la potencia capitalista trató de irradiar a sus vecinos del sur, para transmitirles el “camino correcto” hacia el progreso. A menudo con la complicidad de actores locales, el gobierno de Estados Unidos intentó aplicar su modelo, Made in USA. La evolución de aquel proyecto demostró que se aspiraba a forjar un “Americano Imposible” (parafraseando The Quiet American de Graham Greene). La implementación de lo proyectado entrañaba gran dificultad. De un lado, las aspiraciones de las sociedades a transformar divergían de la estrategia de Washington. Del otro, buena parte de las élites conservadoras latinoamericanas recelaban de la pérdida de poder que implicaba tal proceso. En no pocos casos, cuando la persuasión no funcionó, se echó mano de la contrainsurgencia.
El arte del siglo XX ha afectado profundamente a las categorías de la estética idealista, que, sin embargo, se propone como marco teórico adecuado para la comprensión del arte actual. Este libro de Peter Bu¨rger aborda su crítica en el horizonte de la situación creada por el arte actual y en el análisis de los límites de las críticas realizadas por Theodor Adorno, Walter Benjamin y Hans-Georg Gadamer.
El desmayo atraviesa la historia del Arte con una insis- tencia temática e iconográfica merecedora de mayor atención. Es un gesto masivamente atribuido al cuerpo femenino como índice de su afectividad y desvalimiento. La plasticidad y poder de conmoción del desmayo ha ser- vido, durante siglos, para retratar de manera diferenciada los poderes de hombres y mujeres en escena. Alguien cae, alguien levanta: porque no tienen el mismo poder. Desmayadas recorre las «figuraciones» del desmayo fe- menino en sus diferentes registros artísticos, desde la pintura hasta el cine, pasando por la literatura y el drama musical. A través de diálogos con el Bosco y Artemisia Gentileschi, con Safo y Shakespeare, con Ingmar Berg- man y Rita Azevedo Gomes, entre otros, Desmayadas desvela la complejidad que subyace a un gesto tan bana- lizado. Explorar el desmayo en su(s) historia(s) permite sacar a la luz las violencias sobre las que se soportan nuestros es- cenarios sociales. Su impacto pictórico, literario y cine- matográfico sigue hoy señalando a aquellas agencias políticas que precarizan nuestra conciencia y hacen que nuestros cuerpos caigan, antes de merecer un auxilio.