A partir de casos reales y contemporáneos, la ganadora del Premio de la Paz de los Libreros Alemanes 2024 y del Premio Pulitzer 2004, Anne Applebaum, demuestra en Autocracia S.A. que no hay un único líder al frente de las dictaduras, sino unas sofisticadas redes compuestas por estructuras financieras cleptocráticas, dudosos servicios de seguridad y propagandistas profesionales.
Los miembros de estas redes no solo están conectados dentro del propio país, sino con los de muchos otros. Las empresas corruptas controladas por el Estado totalitario hacen negocios con sus homólogas en territorios similares. La policía de un país puede armar, equipar y entrenar a la de otro. Los propagandistas comparten recursos y temas, difundiendo los mismos mensajes sobre la debilidad de la democracia y la maldad de Estados Unidos. Ningún país lidera este bloque, se ve más bien como una aglomeración de empresas cuyos vínculos no están cimentados en ideales, sino en acuerdos —diseñados para paliar los boicots económicos occidentales o para que algunos se enriquezcan personalmente—, razón por la cual pueden operar más allá de las fronteras geográficas e históricas.
Applebaum asume el reto de contextualizar el mundo de las nuevas dictaduras, así como el de sus principales opositores, para revelar cómo han evolucionado estos sistemas de gobierno y cómo han tratado de moldear la economía y la política de las antiguas democracias.
Somos inteligentes en virtud de los errores, de las deformaciones que nos forman. Partiendo de esta verdad común, la inteligencia artificial generativa no es criticable por sus defectos circunstanciales, sino por su voluntad estructural de perfección. El diseño elegante de cualquier dispositivo sugiere una fluidez libre de sangre. Esta pretensión de limpieza, en un mundo desgarrado, es en sí misma despiadada. La forma suave de los aparatos, igual que las proclamas angelicales de bondad corporativa en el capitalismo de plataformas, no oculta únicamente el sufrimiento de seres explotados. La promesa tecnológica tapa también algo más cercano y de lo que no se habla, un enmudecimiento anímico que apenas tiene precedentes. No olvidemos que la moda de la fusión oculta la fisión: se trata de acabar con cualquier grumo de singularidad a favor del esencialismo serial, construido y consumible.
Durante años, Álvaro Colomer ha entrevistado a los grandes maestros de la literatura sobre sus métodos de trabajo. El resultado es esta antología, que recoge casi un siglo de sabiduría (desde Ida Vitale, con cien años, hasta Mario Obrero, que apenas pasa de los veinte) y que sigue la construcción de una novela: inspiración, escritura, corrección y publicación. Descubrimos que Pere Gimferrer escribe tras un «destello»; que Aixa de la Cruz ha sustituido la cafeína por el yoga; que Vila-Matas corrige sus manuscritos como un pintor que consigue que no se vea la pincelada inicial; o que Luna Miguel siempre se masturba antes de comenzar. En definitiva, este es un manual de escritura creativa que no habrá letraherido al que se le resista.