Chamanes, héroes, dioses, licántropos, hechiceros, rituales, mitos... A lo largo de la historia, muchas son las manifestaciones de la utilización, junto con otros métodos, de sustancias psicotrópicas o enteogénicas a fin de inducir estados que posibilitaban conocimientos o experiencias imposibles de adquirir de otras maneras. Síntesis de largos años de estudio e investigación, "Las drogas sagradas en la Antigüedad" reúne y sistematiza, acompañados de un útil índice analítico, los conocimientos acumulados acerca de la materia por Carlos G. Wagner. Además de hallar un completo elenco de estas sustancias y del papel que desempeñaron en los distintos pueblos y civilizaciones de la Antigüedad -desde las sociedades arcaicas hasta otras más estructuradas-, el autor apunta asimismo a su potencial importancia para contribuir a justificar una visión del mundo y de la sociedad impuesta por las elites de turno por medio de su manipulación y control, restricción y prohibición.
Esta obra se centra en la vocación y faceta periodística de Ortega mediante las múltiples colaboraciones que llevó a cabo con rotativos como El Imparcial o la creación de la Revista de Occidente. El balance final evidencia que, en la circunstancia orteguiana, el periodismo fue determinante tanto en la forma como en el fondo de su filosofía.
A lo largo de los siglos IV a I a. C., los antiguos griegos desarrollaron un creciente interés por algunos de los pueblos con los que estaban en contacto. A pesar de valorar enormemente su propia cultura, la civilización helena se abrió a apreciar y aprovechar los conocimientos de los que ellos concebían como bárbaros. En este ensayo clásico sobre los intercambios culturales, Arnaldo Momigliano investiga la circulación internacional de ideas que se dieron sobre todo entre Grecia y los romanos, celtas, judíos e iranios, cómo se estableció una relación especial entre ellos y cómo todo ello tuvo consecuencias para que su influencia y dominio intelectual se prolongara en el tiempo.