Juan Villoro relata en La figura del mundo algunos pasajes memoriosos en torno a su padre, el pensador mexicano-catalán, Luis Villoro. Sin el afán de escribir una biografía en estricto sentido, Juan evoca aquí la vida singular de quien fuera filósofo, luchador social, zapatista y autor de una obra fundamental. En este libro hace una aproximación a una figura a la vez íntima y pública, adentrándose en las complejidades de cualquier vida, narrando con maestría instantes que se desdoblan para entender el ubicuo presente. Recupera así la esencia de un padre quien estuvo presente en la vida familiar de un modo intangible, un padre que debe ser indagado por un hijo que intuye sus afectos y renueva, de este modo, el pasado.
Escrito con gran sensibilidad y agudeza, este libro condensa el asombro y la emotividad de un autor para el que la escritura se convirtió en «una permanente carta al padre».
Hay en la experiencia de leer una felicidad y libertad que resultan adictivas. La lectura libera. Se extiende a leer la vida, a leer quiénes somos y en dónde estamos. Anima las conversaciones de lector a lector. Se contagia por los lectores en acción: padres, maestros, amigos, escritores, traductores, críticos, editores, tipógrafos, libreros, bibliotecarios y otros promotores del vicio de leer.
La pandemia ha acelerado una nueva tipología de políticos, de instituciones y de gobiernos. De esta forma, todas las estrategias mecánicas y vacías utilizadas para posicionar la imagen de un candidato empiezan a ser rechazadas por la opinión pública, mientras surge un nuevo estilo de imagen política basado en los ejes de la pasión, la compasión y la fascinación. Esta autenticidad que practican los líderes más impactantes y aclamados actualmente es una manifestación potente de la firmeza y la compasión.
En este libro, Imelda Rodríguez Escanciano, referente en Comunicación estratégica e Imagen pública, nos muestra el recorrido que va desde la autenticidad al poder, a través de personajes históricos y actuales, de instituciones, ideas y autores, a partir de los cuales despliega un modelo sobre la autenticidad. Su pionero Método de Imagen Política revela los cimientos de la autoridad útil y del carisma anhelado por los ciudadanos.
Con conceptos novedosos como la «misericordia activa» o el «liderazgo femenino abierto», protagonizado por figuras de la talla de Angela Merkel, Jacinda Ardern o el tándem formado por Joe Biden y Kamala Harris, la autora analiza la imagen de los dirigentes más trascendentales del mundo, deteniéndose también en los puntos ciegos de distintos políticos, en el análisis del fenómeno de Isabel Díaz Ayuso o en las claves de las tácticas empleadas por conocidos asesores.