Compuesta entre el 330 y el 323 a.C., la "Política" se puede considerar en lo esencial como una de las últimas obras de Aristóteles (384-322 a.C.). En ella, el que fuera preceptor de Alejandro Magno y discípulo de Platón se erige en defensor de la "polis" tomando en consideración sus posibilidades históricas y sus grandes realizaciones civilizadoras. Frente al desarraigo y el exacerbado individualismo dominantes en la Grecia de la época, y contra los que creen en el buen salvaje, Aristóteles hace hincapié en el carácter social del hombre -definido como «animal cívico»- y en el fundamento natural de la ciudad -anterior por naturaleza a la familia y aun a cada individuo-, valorándolos como un logro insuperable de la civilización griega frente a las rudas formaciones políticas de las tribus bárbaras.
Una nueva edición de un libro que da herramientas para liberarnos de las ataduras a las que nos somete la obsesión por el perfeccionismo.
La tendencia hacia el perfeccionismo es uno de los rasgos distintivos de las personalidades que, intentando salvaguardar una apariencia de equilibrio y autoconfianza, ocultan la angustia, el sufrimiento y la confusión más desesperantes. O, lo que es lo mismo, una serie de perturbaciones psicológicas nacidas de la necesidad de ejercer el control sobre todas las cosas, como por ejemplo: - El miedo a cometer errores o tomar una decisión equivocada. - La obsesión por el orden o la rutina firmemente establecida. - La reserva emocional. - La tendencia a la obstinación. - El sometimiento a las preocupaciones y las dudas. Las posibles recompensas de todo esto -seguridad económica, éxito, respeto de colegas y amigos- puede que resulten atractivas, pero decididamente tienen un precio: la pérdida de la intimidad, la autenticidad emocional y la autoestima. El presente libro demuestra, sin embargo, que el cambio es posible, y brinda comprensión y esperanza para quienes están aprisionados en las garras del perfeccionismo obsesivo, así como para sus familiares y seres queridos.
Los medios de comunicación han dedicado muchas páginas a la crisis del sector,que amenaza con hacer desaparecer a la antaño poderosa prensa generalista. Sin embargo, no es la prensa la que está en crisis, sino ciertas formas de ejercer el periodismo… Como prueban los medios cooperativos, que están sorteando la actual recesión con propuestas y fuerzas renovadas.
La prensa ha muerto: ¡viva la prensa! entra en las redacciones y en los despachos de administración de algunos de los medios independientes más destacados de Europa y América para desvelar qué hay detrás de estas iniciativas, en muchos casos consolidadas, que no cuentan con el apoyo de grandes inversores pero que, pese a ello, han descubierto el secreto para mantenerse en pie y ofrecer un periodismo honesto y valiente.
Métodos colectivos de organización, implicación de lectores y audiencias, democratización radical de consejos de administración y redacciones… En estos tiempos en los que ciudadanos y periodistas intentan explorar nuevas formas de comunicación, conocer con detalle los sistemas de financiación y distribución de los casos aquí estudiados muestra, sin duda, un camino. Y también, seguramente, las claves del cambio que deberá emprender la prensa tradicional si no quiere ver peligrar su supervivencia.