Los "Protocolos de los Sabios de Sión", grotesca falsificación nacida en el extraño mundo de agentes contrarrevolucionarios y pseudomísticos que floreció durante los años de decadencia del imperio zarista, se componen de una serie de actas en las que el miembro de un supuesto gobierno secreto judío mundial expone los planes conspiratorios de la implacable secta para lograr la dominación del planeta. Este difuso, tortuoso e ilógico texto realiza una crítica del liberalismo, explica los mecanismos de la siniestra conjura y describe las características del futuro Estado mundial regido por un soberano de la Casa de David. Pese a su contenido demencial, esta burda patraña daría la vuelta al mundo, en especial a partir de 1920, fecha de su divulgación general fuera de Rusia, y se convertiría en una justificación del genocidio que el nazismo perpetró contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. En este texto de referencia Norman Cohn investiga los turbios orígenes y los mecanismos de difusión de ese gigantesco fraude a fin de explicar el papel que este mito desempeñó como coartada de algunas de las explosiones más notables de barbarie del siglo XX.
Un libro que muestra los rastros, los vestigios de un holocausto donde se difuminan los límites, los bandos, las auténticas motivaciones.
«Entre las once crónicas que integran este libro la más antigua tiene fecha en 2014 y la más reciente en 2021. Lapso que abarca los años inmediatamente anteriores y posteriores a la firma del Acuerdo de Paz. Varias narran episodios que ocurrieron mucho antes de que gobernante alguno fuera capaz de sentar a los comandantes guerrilleros más ortodoxos y anquilosados a una mesa de negociación. Otras avanzan sobre personas cuyas vidas quedaron transversalizadas por ese acuerdo. Todas pueden leerse como diferentes formas de ser o caer víctima en esta guerra, en medio de las circunstancias específicas de cada territorio.»
Este no es un libro sobre la guerra. Ni siquiera es un libro sobre quienes participaron en ella. Tendría que ser, más bien, el relato íntimo de un reportero que se tropieza en cada encrucijada con esquirlas y cicatrices, como quien va recogiendo trozos rotos en cada paraje lejano de la geografía nacional para intentar recomponer algo que se parezca a una explicación.
¿Qué les pasó a los colombianos? Quizá sea prematuro ofrecer respuestas, pero ahí están los rastros, los vestigios de un holocausto donde se difuminan los límites, los bandos, las auténticas motivaciones. La guerra es eso que ocurre en otro lado y en otro tiempo: ese pasado que aún se conjuga en presente.
Vigilando el ascenso de la extrema derecha y admirando la sexualidad, ojeando unas páginas de poética francesa o contemplando el diseño de interiores, viendo las narraciones del cine y descubriendo el espíritu de la infancia, escrutando los discursos y creencias de la astrología o atisbando el trasiego en los hoteles: siempre que Theodor W. Adorno dirige su mirada hacia cualquier arista de la realidad, consigue transformarla, destilando de ella un pequeño fragmento con el que poner en marcha el pensamiento.
En Minima moralia, texto a medio camino entre el ensayo y lo literario, Adorno nos enseña su lúcida escritura, en la que el pensar resulta indisoluble del vivir, y nos desvela su mejor y más elevado legado crítico: el arte de resistir.