Noam Chomsky es uno de los pensadores más respetados y leídos en el mundo por razones muy evidentes: sus textos señalan los crímenes de los poderosos, revelan los verdaderos motivos que se esconden tras sus acciones y, con mordacidad, denuncian las falacias de sus discursos autojustificativos. En definitiva, cumple con el deber que, de acuerdo al sentido común, cabría esperar de un intelectual. Sin embargo, no todos sus pares muestran ese mismo compromiso moral. A lo largo de su trayectoria política, Chomsky ha abordado de manera directa la cuestión de cuál es la verdadera responsabilidad de los intelectuales en dos ocasiones, dos escritos ya canónicos dentro de su prolífica obra, recogidos junto a un nuevo prefacio del autor en este volumen. A finales de los años sesenta, al calor de la guerra de Vietnam, Chomsky denunciaba las vergonzosas políticas del gobierno estadounidense y el no menos vergonzante papel de ciertos intelectuales al respaldarlas. En 2011, tras el «asesinato planificado» de Osama bin Laden, reflexionaba sobre la pertenencia de los intelectuales a la clase de los privilegiados y su obligación de cuestionar a las autoridades. Más relevante hoy que nunca, este libro nos recuerda que los privilegios «brindan oportunidades, y las oportunidades conllevan responsabilidades». Todos tenemos elección, incluso en tiempos desesperados.
¿Le conocen por las maletas que se echa a cuestas? Probablemente lo hizo esta mañana. En algún punto entre su primer paso y el último para cruzar el umbral, usted tomó quipaje. Fue hasta el dispensador de maletas y cargó unos cuantos bolsos. Pero este dispensador no es la correa transportadora del aeropuerto. Es la de la mente. Y las valijas que tomamos no son de cuero, sino de cargas. La maleta de la culpa. El baúl del descontento. La mochila de la ansiedad y un bolso de tristezas colgado del hombro. Añádase un maletín de perfeccionismos, el saco de la soledad y la bolsa de lona del temor. No es raro que estemos tan cansados al final del día. ¿Hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué le parece si consultamos a un viejo amigo, el Salmo Veitnitrés?
¿Cómo leer El Capital de Marx? refuerza la transformación sobre los estudios marxianos que represntó la publicación, en esta misma serie, de la obra de Heinrich Crítica de la economía política.
La lectura de Heinrich aborda la obra de Marx desde un plano estrictamente teórico, sin prejuicios ideológicos, de modo que no da por sentado ninguno de los tópicos que tanto abundan sobre El Capital.
Heinrich analiza El Capital palabra por palabra, en el cuerpo a cuerpo, lo que se revela como caminofructuoso para desentrañar y esclarecer las profundas estructuras conceptuales que reverberan en el texto.
Solo después de un minucioso análisis de estas características cabe sacar conclusiones,ya sea programar revoluciones, predecir el apocalipsis, o tal vez de contemplar ?entre lúcidos y desencantados? cómo la araña devora a sus presas.