¿Le conocen por las maletas que se echa a cuestas? Probablemente lo hizo esta mañana. En algún punto entre su primer paso y el último para cruzar el umbral, usted tomó quipaje. Fue hasta el dispensador de maletas y cargó unos cuantos bolsos. Pero este dispensador no es la correa transportadora del aeropuerto. Es la de la mente. Y las valijas que tomamos no son de cuero, sino de cargas. La maleta de la culpa. El baúl del descontento. La mochila de la ansiedad y un bolso de tristezas colgado del hombro. Añádase un maletín de perfeccionismos, el saco de la soledad y la bolsa de lona del temor. No es raro que estemos tan cansados al final del día. ¿Hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué le parece si consultamos a un viejo amigo, el Salmo Veitnitrés?
La serie informalmente titulada «Historia Universal Asimov» reúne las obras dedicadas por el gran novelista y divulgador científico a la evolución política, cultural y material de la especie humana. La República Romana abarca el lapso transcurrido entre la fundación de Roma en 753 a.C. y el 29 a.C. -momento en el que Octavio se hace con el poder absoluto-, y comprende el periodo monárquico, el ascenso de Roma a gran potencia tras su triunfo en las Guerras Púnicas y las diferentes guerras civiles que pusieron fin al periodo republicano.
Los temas de que se ocupa esta obra -Eurípides y Sócrates, Apolo y Dioniso, la epopeya y la lírica, etc.-, así como las funciones docentes de su autor, catedrático de Filología Clásica en Basilea desde 1869, hicieron pensar inicialmente a la crítica académica que El nacimiento de la tragedia (1872) no era sino un tratado erudito para helenistas. Sin embargo, ya desde este su primer libro Friedrich Nietzsche (1844-1900) se proponía realmente exponer las líneas maestras de una nueva concepción del mundo que iría perfilando en obras sucesivas y que , gira en torno al pensamiento trágico, la intuición de la unidad de las cosas, la afirmación recíproca de la vida y de la muerte, el eterno retorno y la inocencia del devenir.