En tiempos de profundas crisis entrelazadas (ecológica, desigualdades, migratoria, geopolítica), este libro se interroga por las posibilidades de una educación que se co-construya en común y para (el bien) común. La escuela y todas las educaciones son clave para la imaginación y la construcción de otras realidades, más allá de las lógicas y las soluciones neoliberales y neoconservadoras que conducen la educación al individualismo, la burocracia, la desigualdad, la segregación, o, al odio. Hay alternativas a esas respuestas manageriales, falsamente técnicas y neutrales, a la crisis permanente de la educación que se vive en todo el mundo, pero de forma especialmente cruenta en América Latina y España.
Un testimonio estremecedor sobre los campos de detención chinos creados para someter a una parte de la población.
Perteneciente a la etnia uigur afincada en la región de Xinjiang, al noroeste de China, Gulbahar Haitiwaji emigró a Francia en 2006. Diez años después, en un viaje a su país natal, su vida cambió por completo: la enviaron a un campo de trabajos forzados donde más de un millón de uigures han sido deportados por las autoridades con el pretexto de luchar contra el terrorismo.
Este volumen describe con firmeza la historia de las ideas de los precursores de la Modernidad y su lucha contra sus perseguidores. Esta contienda todavía no ha terminado y nosotros somos sus herederos.
Tras una detallada historia de las ideas del Renacimiento, este libro destila otro libro oculto de intervención política, en el que el lector encontrará un aliado intelectual contra los poderes actuales de la reacción, del servilismo, del dogmatismo y del totalitarismo.
La imagen que nuestra época elabore acerca del Renacimiento es muy importante para definir el futuro que queremos construir. Justo por ello, aquellas corrientes intelectuales y religiosas herederas del escolasticismo están muy interesadas en transmitir e imponer una idea residual del Renacimiento.
Frente a esto, el libro de Herrera define con claridad qué debe la Modernidad al verdadero precursor (el humanista y el filósofo renacentista) y qué debe la Modernidad (si le debe algo positivo) al perseguidor (la escolástica y sus poderes temporales). El perseguidor nunca fue el precursor de la Modernidad en términos de ilustración, libertad, antidogmatismo y cosmopolitismo.