El siglo de la revolución nos propone revisar la historia de los cien años que han transcurrido desde la revolución rusa de 1917 para descubrir hasta qué punto el miedo obsesivo a la revolución condicionó mucho de lo que sucedió en el mundo en este tiempo, con respuestas tan diversas como la del fascismo o la del «reformismo del miedo» que, asociado a la gran mentira de la «guerra fría», hizo posible en las décadas que siguieron a la Segunda guerra mundial el desarrollo del estado del bienestar y una larga etapa de paz social. Todo cambió hace unos cuarenta años, cuando la decadencia de la Unión Soviética y la crisis de los partidos comunistas acabaron con los viejos miedos, y comenzó la reconquista del poder por las clases dominantes que ha acabado llevándonos a la situación actual de estancamiento económico y desigualdad social. El siglo de la revolución es un libro que, a través de la historia de los últimos cien años, nos da las claves para entender el mundo en que vivimos.
Ya hace mucho tiempo que Howard Gardner cambió nuestro modo de pensar sobre la
inteligencia. En su obra clásica Frames ofMind acabó con la creencia de que se trataba de una simple habilidad que cada ser humano poseía en mayor o menor medida. Y ahora, apoyándose en el sistema que él mismo desarrolló para comprender la inteligencia, nos ofrece una revolucionaria visión de la creatividad, así como fascinantes retratos de algunos de los personajes que más han contribuido a reinventar la idea del ser humano. Tomando como punto de partida su noción de las "siete inteligencias", Gardner analiza siete figuras absolutamente extraordinarias: Sigmund Freud, Albert Einstein, Pablo Picasso, Igor Stravinsky, T. S. Eliot, Martha Graham y Mahatma Gandhi, cada uno de ellos destacado ejemplo de un tipo específico de inteligencia. De este modo, nos muestra que las personas creativas de nuestro tiempo se caracterizan por una configuración específica de su personalidad, y que los modos en que sus ideas se conciben, se articulan y difunden ofrecen numerosas coincidencias. Los individuos creativos se caracterizan por combinaciones poco habituales de inteligencia y personalidad, por ello, las circunstancias en que trabajan y las reacciones del grupo de colegas que les rodean resultan esenciales. Comprender la naturaleza de sus capacidades creativas específicas no sólo arroja una nueva luz sobre sus aportaciones, sino que además nos ayuda a entender la Modernidad: los tiempos que vieron crecer a estos creadores y que ellos, a su vez, contribuyeron a definir.
Cuando Albert Speer fue condenado por el tribunal de Nuremberg, en 1948, a veinte años de prisión, Hugh Trevor-Roper escribió: «Ahora probablemente tendrá la oportunidad de escribir su autobiografía. Serán las únicas memorias del Tercer Reich que, siendo de gran valor, además invitarán a la lectura.» El libro que hoy presentamos es la crónica apasionada de un hombre que durante doce años estuvo unido a Adolf Hitler por una relación única aunque de distinto signo: como arquitecto remodelador de la ciudad de Berlín, capital del Imperio, como amigo próximo en las tertulias de la Cancillería del Reich, como tecnócrata y organizador de una prodigiosa estructura armamentística y, a la vez, como un inesperado opositor. El documento que hoy presentamos es sin duda uno de los más valiosos para entender un período turbulento de nuestra historia reciente.