El diagnóstico pedagógico es una disciplina consolidada e impartida en diversas titulaciones del ámbito de las Ciencias de la Educación, que recibe influencia de las Ciencias de la Salud, como la Medicina, sobre la que se asientan sus antecedentes, o la Psicología, en confluencia con la Pedagogía, pues ambas disciplinas presentan un foco central en común: el comportamiento del individuo. Este manual pretende dotar al alumnado de recursos, materiales y documentos que guíen su trabajo en atención a la diversidad, orientación e inclusión educativa. La obra se estructura en cuatro capítulos que abordan, desde una mirada más general hasta otra particular, las claves del diagnóstico en educación. El libro recoge información sobre los principales hitos en el desarrollo teórico-práctico de la disciplina hasta nuestros días y sobre la legislación educativa nacional y autonómica que marcan las directrices relativas al quién, cómo, para qué y de qué forma abordar el diagnóstico desde los centros educativos. Además, explora las características de los individuos, situaciones y contextos que envuelven al proceso de diagnóstico, así como sus funciones, objetivos y su fin último: mejorar la calidad de vida individual y familiar y del bienestar escolar.
Trefan Morys es el nombre de mi casa en Gales y, a decir verdad, creo que lo más interesante es el hecho de que está en Gales.» Con sencilla elegancia, Jan Morris reflexiona sobre su hogar en Gales, su hermoso entorno y sobre el significado de ser galés. Es un relato íntimo y nítido que recorre la turbulenta historia de los galeses y su batalla para mantener vivos su idioma y su cultura a la sombra de su vecino más poderoso. Entretejiendo algo de poesía y tradición galesa, Morris nos lleva por un camino sinuoso hasta su casa, una humilde estructura del siglo XVIII construida para el ganado y posteriormente convertida en hogar. Este modesto edificio se convierte en un espejo de su vida, así como del alma del pequeño y complejo país de Gales, que ha desafiado al mundo durante siglos para preservar su propia identidad.
Cuando hablamos de psicópatas nos vienen a la cabeza personajes como Hannibal Lecter, el carnicero de Milwaukee o Dexter. Y, sin embargo, en este libro no sólo se habla de ellos. En él se citan otros nombres como los de Neil Armstrong, Bill Clinton, Vincent Van Gogh o J. F. Kennedy. Porque según Kevin Dutton, psicópatas hay muchos y en absoluto tienen por qué ser criminales o asesinos. La psicopatía es solo un índice de esa «escala de locura» en la que estamos todos nosotros, y existe una línea de separación muy fina entre el perfil de un neurocirujano y el de un asesino en serie. Se puede decir, por tanto, que los psicópatas gozan de rasgos positivos e imprescindibles para triunfar en el siglo XXI: son atrevidos, carismáticos, implacables, centrados, fríos y seguros de sí mismos.