La Segunda Guerra Mundial es un momento decisivo de la historia europea, aunque pocas veces nos la han contado desde la perspectiva de los colaboracionistas. Decenas de miles de europeos tomaron parte en las políticas imperiales del Tercer Reich, espoleados por el miedo a perder una oportunidad irrepetible e inspirados por los deslumbrantes triunfos de la Alemania nazi. Este libro ahonda en su universo mental, en sus trayectorias desde los años treinta, en sus estrategias políticas, en sus tormentosas relaciones con los alemanes, en el sentido de sus decisiones y de sus acciones, incluyendo la creación de unidades de voluntarios para la guerra contra la Unión Soviética. Lejos de verse a sí mismos como meros peones, los colaboracionistas creyeron que una cooperación estrecha y leal con los ocupantes sería la manera más rápida y eficaz de promover sus intereses personales y sus proyectos políticos. Marginados por sus convecinos como traidores y perseguidos por la resistencia acabarían firmando un pacto de sangre con los ocupantes, contribuyendo al saqueo de sus países y empujando a sus comunidades al borde de la guerra civil. No en vano, la condena y depuración del colaboracionismo pondría los fundamentos de la refundación del continente en la posguerra.
Es un hecho sobre el que no se debería dejar de reflexionar que no hay ni ha habido nunca ninguna comunidad, sociedad o grupo que haya decidido renunciar pura y simplemente al lenguaje. Muchas veces se interrogó sobre cómo empezaron a hablar los hombres, y sobre el origen del lenguaje se propusieron hipótesis imposibles de verificar y sin ningún rigor; pero nunca se preguntó por qué continúan haciéndolo. Sin embargo, la experiencia es simple: se sabe que si el niño no se expone al lenguaje de algún modo dentro de los once años de edad, pierde irreversiblemente la capacidad de adquirirlo.
Bill Gates cree que la respuesta es sí, y en este libro explica de un modo claro y convincente qué deberíamos haber aprendido de la COVID-19 y qué podemos hacer cada uno de nosotros para evitar un desastre parecido. Basándose en los conocimientos de los principales expertos mundiales y en su propia experiencia combatiendo enfermedades mortales a través de la Fundación Gates, logra, en primer lugar, ayudarnos a entender, desde un punto de vista científico, cómo funcionan las enfermedades infecciosas. Después, nos enseña que, si las naciones del mundo aúnan esfuerzos y al mismo tiempo trabajan codo con codo con el sector privado, no solo podrán prevenir otra catástrofe como la de la COVID, sino también eliminar todas las afecciones respiratorias, incluso la gripe.
Este es un llamamiento intenso, exhaustivo y de suma importancia realizado por uno de nuestros más grandes y más eficaces pensadores y activistas.