Umberto Eco analiza con mirada lúcida y gran brillantez cinco temas de actualidad e importancia extremas: por qué la guerra ha pasado a ser hoy día inviable, las características y vigencia del fascismo, los cambios de la prensa ante la presencia de la televisión, los fundamentos y la posibilidad de una ética laica, así como la tolerancia e intolerancia ante la migración que hará de Europa en los próximos años un continente multirracial.
En Orientalismo, Edward W. Said nos ofrece una descripción esclarecedora de la formación y desarrollos de los tópicos sobre el islam y sobre los musulmanes, que muchas veces impiden o sesgan nuestra visión. Se nos muestra cómo estos «clichés ideológicos» obedecen a los intereses y estrategias del poder dominante y señala la dificultad para el mundo occidental de pensar sobre Oriente si antes no se logra romper esos prejuicios que distorcionan nuestra lectura. Asimismo, nos muestra cómo la relación entre Oriente y Occidente es una relación de poder, construida sobre la subordinación de la idea de Oriente al fuerte imaginario occidental asentado en la superioridad centralista de un «nosotros» enfrentado a un «ellos», lo no europeo, vivido como «lo extraño».
«¿Qué significa, pues, la mirada cosmopolita? No el amanecer de la confraternización general de los pueblos, ni los albores de la república universal, ni una mirada mundial que flotara libremente, ni el amor al otro por decreto. El cosmopolitismo no es tampoco un suplemento que deba sustituir al nacionalismo y al provincialismo, y ello no porque la idea de los derechos humanos y de la democracia precise de un suelo nacional. La mirada cosmopolita quiere decir: en un mundo de crisis globales y de peligros derivados de la civilización, pierden su obligatoriedad las viejas diferenciaciones entre dentro y fuera, nacional e internacional, nosotros y los otros, siendo preciso un nuevo realismo, de carácter cosmopolita, para poder sobrevivir.»