El Mesilat Yesharim (El sendero de rectitud), que ha dejado una profunda huella en la ética del pueblo judío hasta nuestros días, se estudia en todas las escuelas y se le considera la obra principal de Musar (Ética). El rabino Israel Salanter escribió que si todas las obras de Musar demuestran que el hombre ha de temer a Dios, el Mesilat Yesharim nos enseña cómo hacerlo. Su fama y su importancia son tales que se le ha comparado con el célebre clásico de Bahia Ibn Pakuda, El deber de los corazones. La presente edición va acompañada del texto hebreo. RabÍ Moshé Jaim Luzzaitto nacido en el año 1707 (5467) en Padua, Italia, ya a los 13 años despuntaba, tanto por su asombrosa memoria como por sus profundos conocimientos y sus interpretaciones de los misterios de la Torah. También conocido como RAMJAL, fue uno de los sabios más profundos de los últimos siglos. Además de místico y gran cabalista, también fue poeta, pionero de la lengua hebrea moderna y gran sistematizador de todo el pensamiento judaico.
Biografía del que fue presidente del Gobierno de España entre 1976 y 1981, el primer presidente democráticotras la dictadura del general Franco, una figura clave de la transición democrática española. Suárez legalizó lospartidos socialista y comunista, amén de los diferentes sindicatos existentes en la época. Fundó Unión de CentroDemocrático (UCD), partido que aglutinaba las fuerzas democristianas y socialdemócratas del país. Al frente de estegrupo político ganó las elecciones de 1977. Tras diversas negociaciones, consiguió que se aprobara en referéndum laConstitución. En 1981 presentó su dimisión como jefe del ejecutivo y Leopoldo Calvo Sotelo le sucedió al frente delGobierno.
Joachim Fest reconstruye en este impresionante ensayo, centrado en los últimos días de Hitler en el búnker, unos acontecimientos que significaron el completo hundimiento de una nación, en términos históricos, políticos y humanos. La caída del Tercer Reich en 1945 supuso la culminación de una catástrofe que acabó con innumerables vidas y convulsionó la historia de la humanidad, con una magnitud jamás alcanzada hasta entonces. Lo que sufrieron y soportaron quienes vivieron aquellos tiempos no fueron sólo los inevitables horrores de la derrota. Hitler se empecinó en que su fin conllevara la destrucción de todo el país, sentenciando: «Podemos hundirnos. Pero nos llevaremos a un mundo con nosotros».