La dimensión argumentativa del Derecho - El Derecho como argumentación - es una clave esencial para entender a fondo muchos problemas de la teoría del Derecho y para actuar con sentido en el contexto de las diversas prácticas jurídicas de los Estados constitucionales. Dar cuenta de esa dimensión exige, por lo demás, una teoría compleja en la que se integren los componentes formales, materiales y pragmáticos (retóricos y dialecticos) de la argumentación.
La presente traducción de Ser y tiempo es el fruto de veintitrés años de trabajo. El traductor tuvo sus primeros contactos con Martin Heidegger en 1961, permaneciendo en estrecha relación con él. Entre 1973 y 1975 concluyó la primera versión del texto, que el propio Heidegger conoció y aprobó. En 1988 preparó una segunda versión, esta vez en reuniones con Friedrich-Wilhelrn von Herrmann, editor de Heidegger, y con el apoyo de Hans-Georg Gadamer y Max Müller. Finalmente, una tarea de cinco años con un equipo multidisciplinario de especialistas daría como resultado, en 1995, la tercera y definitiva versión. Con todo, más allá de su historia, la traducción de Ser y tiempo de Jorge Eduardo Rivera C. constituye un hito para la filosofía actual.
Sin el pensamiento de Martin Heidegger (1889-1976) la filosofía del siglo xx sería incomprensible. La mayoría de sus obras son ya auténticos clásicos convertidos en objeto continuo de meditación y discusión. Sus estudios sobre distintos filósofos y poetas han abierto novedosas perspectivas que han enseñado a mirar la tradición de un modo radicalmente diferente al habitual, y no deja de sorprender su capacidad de forjar nuevos conceptos y de conferir sentidos más profundos a las nociones más usuales. De Martin Heidegger han sido publicados en esta misma Editorial Los problemas fundamentales de la fenomenología (2000), Interpretaciones fenomenológicas sobre Aristóteles (2002), El concepto de tiempo (2006), ¿Qué significa pensar? (2008) y Tiempo e historia (2009).
Pese a que la igualdad de derechos de las mujeres ha alcanzado un reconocimiento amplio en la esfera civil, sigue siendo un tema de especial actualidad dentro del cristianismo. Mediante el recurso a la «tradición», la Iglesia católica ha venido justificando que se perpetuara la posición subordinada de las mujeres en la estructura eclesial. Desde el esquema de la sucesión de paradigmas ya expuesto en El cristianismo, Hans Küng indaga cómo se ha llegado a la situación actual. Paralelamente a este análisis, propone reformas concretas encaminadas a revisar patrones de comportamiento impuestos por la tradición y dirigidas a promover el estudio de la teología por parte de las mujeres, a la reforma del lenguaje de la liturgia o a la promoción de las órdenes religiosas femeninas y el sacerdocio de las mujeres.