Técnica del arte de hablar encaminada prioritariamente a persuadir al otro, la Retórica nació y se perfeccionó en una sociedad como la griega antigua, de carácter y sistema político predominantemente orales, y para la cual el dominio de la palabra era una necesidad práctica. Aunque inscrito dentro de una tradición anterior, el tratado que a ella dedicó Aristóteles se apartó, sin embargo, tanto de caminos trillados como de una retórica de corte más sofístico, para llegar a constituir, lindando los campos de la ética, la política y la dialéctica, un texto no sólo orientado a conseguir la persuasión, sino a evaluar la realidad y a tomar las decisiones más correctas.
Los trabajos de Rudolf Otto fueron pioneros en la formación de la fenomenología de la religión y el desarrollo del estudio comparado de las religiones. Buena muestra de ello es la presente obra que, mediante una comparación de los grandes tipos fundamentales de la mística oriental y occidental, se adentra en la esencia de e se fenómeno espiritual denominado mística. Gracias a la iluminación recíproca de los rasgos particulares de ambas formas de mística, dicha esencia se pone de manifiesto de manera progresiva. Desde los tiempos primitivos de la especulación mística en la antigua India hasta el idealismo moderno de J. G. Fichte, se descubre una concordancia en los motivos primordiales de la experiencia psíquica de la humanidad que apunta a una afinidad interna del espíritu humano y autoriza a hablar de una esencia unitaria de la mística.Sobre este fundamento surge la segunda tarea que se proponen estos estudios: captar esa esencia unitaria en la multiplicidad de sus diferentes formas típicas posibles, eliminando con ello el prejuicio según el cual existiría «una única mística, siempre idéntica». Solo entonces cabe entender en su peculiaridad a personalidades tan significativas como el alemán Maestro Eckhart, el indioŚankara, el griego Plotino o los místicos de las escuelas del budismo mahayana, evitando que sus aportaciones desaparezcan en la noche común de la «mística en general».
La esencia del cristianismo no es un contenido dogmático abstracto o una doctrina general sino, desde siempre, una figura histórica viviente: Jesús de Nazaret. Frente a una «cristología desde arriba», Hans Küng ofrece en este conciso libro, escrito con «sobrio apasionamiento», el perfil singular del Nazareno visto «desde abajo», adoptando por así decir la perspectiva de los que fueron los primeros discípulos de Jesús. Este acercamiento al Jesús histórico se sustenta en la sólida base de la riquísima exégesis bíblica de los últimos dos siglos. Porque, según entiende el teólogo Hans Küng, solo gracias a un concienzudo trabajo histórico-crítico es posible aclarar el modelo de vida cristiano: Jesús de Nazaret como Mesías, Christós, el ungido y enviado de Dios que es fundamento de toda auténtica espiritualidad cristiana. Cristiano es todo aquel que en su camino personal se esfuerza por orientar la práctica de su vida conforme a este Cristo Jesús que sale al encuentro en los testimonios bíblicos.