Tras Hermanos de sangre y The Pacific, Los amos del aire es el libro que ha inspirado la nueva serie de Steven Spielberg y Tom Hanks para Apple TV. Los amos del aire es la historia personal de los bombarderos aliados que en la Segunda Guerra Mundial golpearon con su carga letal el mismísimo corazón del Tercer Reich. Combinando el poder del rigor histórico con la fuerza narrativa propia de la mejor ficción, su aclamado autor, Donald Miller, transporta al lector en un viaje trepidante a través de los cielos teñidos de fuego sobre Berlín, Hannover y Dresde, una guerra sin cuartel con devastadoras consecuencias tanto para la maquinaria de guerra nazi como para el pueblo alemán librada a más de 7000 metros de altitud, unas cotas a las que jamás se había combatido anteriormente y que llevaron a extremos inconcebibles la resistencia física y psicológica de las tripulaciones aliadas. El combate aéreo era mortal pero intermitente: periodos de inactividad y ansiedad eran seguidos por breves descargas de fuego y terror.
Vivimos en una época en la que miles de millones de personas tienen acceso a una tecnología increíblemente potente. La herramienta más extraordinaria que se ha inventado en el último siglo, el smartphone, ha generado cambios radicales en nuestra forma de vivir y trabajar y, a diferencia de tecnologías anteriores, está en manos de casi todo el mundo. Junto con el auge de las redes sociales, ha dado paso a una nueva era de tecnología profundamente personal, en la que los individuos tienen ahora la capacidad de trabajar, crear y comunicarse en sus propios términos, en lugar de esperar el permiso de gigantescas corporaciones o gobiernos. Al menos esa es la visión optimista.
El autor, experto en tecnología de la BBC durante décadas, lleva a los lectores en un entretenido viaje a través de esta época turbulenta, relatada desde su asiento de primera fila para los momentos clave de la revolución tecnológica. Recordaremos la emoción y el asombro que suscitó la llegada del iPhone de Apple con todas las promesas que ofrecía. Veremos el auge y la caída de los imperios tecnológicos cuando estos dispositivos sacudieron todas las industrias dejando a los titanes corporativos de la era analógica tambaleándose a su paso. Vemos cómo se fue desvaneciendo el utopismo inicial sobre el potencial de la revolución social móvil para transformar la sociedad a mejor, a medida que delincuentes, acosadores y depredadores envenenaron las redes sociales. Todo esto plagado de experiencias en primera persona con quienes estuvieron —algunos permanecen— en la vanguardia de la revolución tecnológica, como Stephen Hawking, Elon Musk, Tim Berners-Lee, Mark Zuckerberg o Martha Lane-Fox para conocer su visión única y sus predicciones sobre el futuro.
Un libro que sumerge al lector en la historia más importante de nuestro tiempo: el dramático impacto de la hiperconectividad, el smartphone y las redes sociales en todos los ámbitos, desde nuestra democracia hasta nuestro empleo y nuestra salud.
Parece que la guerra no es una cuestión de mujeres, como mucho pueden ser víctimas, pero nunca sus protagonistas.Echar por tierra esta cantinela es lo que Javier Sanz se ha propuesto con este libro, en el que desafía las convencioneshistóricas al presentar un compendio de relatos apasionantes que destacan la osadía de mujeres que fueron heroínas, guerrerasy, algunas, auténticas villanas desalmadas. Desde las legendarias hazañas de Semíramis, la formidable Fu Hao, la rebelión liderada por Boudica contra la ocupación romana, el desafío de Zenobia al Imperio romano, la estrategia táctica de Lagherta en los campos de batalla vikingos o la audacia de Grace O Malley, la Reina Pirata de Irlanda, el autor ilustra cómo las mujeres han sido, a lo largo de los siglos, responsables de las mayores gestas y de las peores atrocidades.Malas y cabronas rinde homenaje a estas figuras extraordinarias que se alzaron contra las adversidades, trascendiendolas limitaciones impuestas por la sociedad y la guerra, para demostrar que las mujeres han sido tanto arquitectas de lapaz como combatientes incansables, aunque muchas de ellas hayan caído en el olvido.