En un planeta en el que la evolución ha sido posible en gran parte gracias a la cooperación, los seres humanos combaten y se exterminan desde hace milenios por, parafraseando a Carl Sagan, «convertirse en amos momentáneos de una pequeña fracción de un pequeño y pálido punto azul no más grande que una mota de polvo suspendida en un rayo de sol».
Cada guerra, cada batalla, cada pequeña escaramuza armada, cada uno de estos sinsentidos ha provocado la muerte de millones de víctimas: soldados y civiles inocentes, sí, pero también la de millones de animales que han sido forzados a tomar parte en un conflicto que no era el suyo. Infinidad de muertes que para la historia han pasado completamente desapercibidas: cerdos en llamas, elefantes de combate, palomas espías y mensajeras, perros kamikazes cargados de explosivos, caballos, delfines detectores de minas y explosivos, mascotas amigas en el frente…
«Animales de combate» es un recorrido histórico del crucial papel que los animales han tenido en la historia militar a lo largo de los siglos, así como un pequeño homenaje a todos aquellos que perdieron la vida por las desmedidas ansias de poder y codicia del animal humano, que tantas veces ha arrasado todo a su paso.
«Un viaje caleidoscópico a través de los siglos XX y XXI. En manos de Richard Cockett, Viena se convierte en la cuna del mundo contemporáneo». Janek Wasserman, autor de The Marginal Revolutionaries
«Un libro rico y fascinante. La Viena anterior a la guerra fue un caldero de ideas. Ideas que estaban casi extintas en Austria, pero que se exportaron al mundo anglosajón, y Richard Cockett da buena cuenta de cómo siguen modelando nuestras vidas». David Edmonds, autor de The Murder of Professor Schlick
«Viena nos permite saborear los embriagadores días de la cultura de cafés de la capital austríaca, que, como sobradamente demuestra, infusionó la riqueza y la audacia de la era moderna. Sea en arte, música, economía o ciencia, Cockett nos desvela las contribuciones esenciales y extraordinarias de esta ciudad a la vida contemporánea». Paul Halpern, autor de El laberinto cuántico
Nada puede restar valor al hecho de que incluso en medio de la brutalidad sin precedentes de la guerra ruso-alemana en el frente oriental, Stalingrado ocupa un lugar especial de horror en la imaginación humana. No fue una batalla librada en mitad de la estepa, el desierto o la selva, sino en las casas, fábricas y calles que tantos de nosotros reconocemos hoy en día en nuestra propia existencia urbana. El mismo nombre de Stalingrado evoca imágenes de humo, fuego y escombros, con vigas retorcidas sobre montones de ladrillos destrozados; no hay nada glorioso ni romántico en ella. Esta es la destrucción total y absoluta de todo un ejército de hombres y sus máquinas. Esta es la batalla tal como la vieron los alemanes que la libraron y sus aliados. Esto es Stalingrado».