En un ejercicio por comprender el origen de las heridas aún abiertas de América Latina, Marie Arana narra con maestría las biografías de tres latinoamericanos contemporáneos cuyas vidas representan las tres fuerzas motrices que han moldeado, desde hace siglos, el carácter de una región: la explotación, la violencia y la religión. Así pues, conocemos a Leonor Gonzáles, una minera que vive en una pequeña comunidad situada a cinco mil metros de altitud en la cordillera andina del Perú y que, como sus antepasados desde tiempos inmemoriales, trabaja escarbando las entrañas de la tierra para extraer pepitas de oro. A su alrededor, el analfabetismo, la desnutrición y las enfermedades se extienden como hace quinientos años. Y ahora, igual que entonces, la supervivencia de su gente depende de un vasto mercado mundial cuyas fluctuaciones se controlan en lugares remotos. A Carlos Buergos, un cubano que luchó en la guerra civil de Angola y que ahora vive en una tranquila comunidad a las afueras de Nueva Orleans. Carlos fue uno de los cientos de delincuentes que Cuba deportó a Estados Unidos en 1980.
Anécdotas y reflexiones fascinantes de una cantante wagneriana argentina de sangre irlandesa y alma germana que fue amada y aplaudida en Europa. Un aporte a la historia cultural de la segunda mitad del siglo XX y una celebración del arte como salvación.
Margarita Kenny (Venado Tuerto, Argentina, 1915-2008) fue una cantante de ópera que debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires en 1943. Al tiempo que se producía el ascenso del coronel Perón al poder, partió a Filadelfia a perfeccionarse y de allí saltó a una Europa de posguerra que, conforme ella demostraba su talento, le abrió paso a los escenarios más prestigiosos de la lírica internacional, especialmente, el de la Ópera de Viena, que la aplaudió por veinte años. Mezzosoprano en los inicios de su carrera, soprano dramática en su consagración, el repertorio wagneriano fue su marca: decía de sí que su sangre era irlandesa, su corazón argentino y su alma germana. Mimada de la nobleza europea en general y de la familia Wittgenstein (era íntima de Paul) en particular, antes de dejar la Argentina había trabajado como periodista en El Hogar y columnista en radio El Mundo.
Ganador del premio Temple Grandin, concedido por la prestigiosa Autism Society de Estados Unidos, el doctor Barry M. Prizant lleva a cabo en "Seres humanos únicos" un acercamiento riguroso, personal y muy humano a todas las vertientes del autismo. Prizant presenta con suma sensibilidad un nuevo enfoque (SCERTS) centrado en la intervención integral, basado en hechos, para niños y personas mayores con algún Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) y para sus familias. Un libro repleto de experiencias y testimonios en el que la voz del especialista y de los pacientes cobran una vida común, donde el aprendizaje constante y el desarrollo de las relaciones humanas adquieren una importancia fundamental. Como Prizant sostiene, «el autismo no es una enfermedad. Es una manera diferente de ser humano». Esta nueva edición, cuidadosamente revisada y ampliada teniendo en cuenta los más recientes avances en el campo, cuenta también con la perspectiva aportada por aquellos pacientes, familiares y profesionales que leyeron su primera versión, siempre buscando afinar la comprensión y el cuidado de las personas con TEA.