Arthur Schopenhauer fue un espíritu libre, famoso por su talante polemista y su perspicacia discursiva para discernir en el terreno de la discusión no solo artimañas y argucias sino adversarios incompetentes. Buena prueba de ello es este escrito, inédito en vida del autor y perteneciente probablemente a los últimos años de su estancia en Berlín, hacia 1830-1831: Dialéctica erística o Arte de tener razón.
Además de sus implicaciones estrictamente filosóficas, este clásico, menor pero enormemente popular, puede ser leído como un divertimento, una guía de autoayuda para los dados a discutir que quieren salir a toda costa victoriosos o al menos indemnes de las disputas.
El opúsculo se entiende, así, como un ensayo didáctico, irónico y realista sobre el ejercicio de la dialéctica en el discurso común e incluso en filosofía. Esta nueva traducción va precedida de un estudio introductorio de Luis Vega Reñón que, además de situar el tratado en el contexto tanto de la vida y la obra de Schopenhauer como de la historia sistemática de las dialécticas y la erística, lo pone a la luz de la teoría contemporánea de la argumentación.
¿Qué es la verdad? ¿Cómo sé quién soy? ¿Por qué debo ser bueno? Hay muchos libros sobre filosofía, pero el libro de Richard David Precht es distinto a todos los demás. Ninguno acerca al lector a las grandes preguntas filosóficas de la vida de un modo afín a la forma de pensar y los problemas de hoy y teniendo en cuenta, además, los conocimientos científicos más recientes. Precht nos lleva por un sendero único a través de la inmensa selva de nuestro conocimiento acerca del ser humano. Desde la neurología hasta la filosofía, pasando por la psicología, Precht nos pone al día de los últimos descubrimientos y teorías. Como si de un puzzle se tratará, el autor construye la asombrosa imagen que actualmente las ciencias trazan del hombre, revela respuestas-o principios de respuesta-a las preguntas que siempre nos hemos formulado y a las que no habíamos sabido contestar. ¿Quién soy y...cuántos? es un excitante viaje hacia nosotros mismos: inteligente, ameno y divertido.
Ralph Waldo Emerson fue en su tiempo y será por siempre una fuente de inspiración infinita. Adalid de la autoconfianza y de la adopción de un sentido de felicidad moral, es ejemplo inigualable de fraternidad y humanismo. Todo ello se percibe leyendo su monumental diario y su libro Naturaleza, manifiesto del trascendentalismo, su ponencia «El escolar americano», pionera en unos Estados Unidos en proceso de forjarse una cultura propia, y su discurso en la Facultad de Teología de Harvard en el que criticó la religión institucionalizada.
Esta conducta valiente y su filosofía optimista atraviesan, de forma vívida y emocionante, Ojos llenos de alegría, un ensayo en el que Toni Montesinos aborda la vida y obra del considerado fundador de las letras norteamericanas, que tanto influyó en autores como Henry David Thoreau, Walt Whitman o Louisa May Alcott. Un hombre heroico y familiar, que una época marcada por la política, la esclavitud y la guerra, se comprometió con la búsqueda intuitiva de la verdad, servir al prójimo y hallar lo divino por doquier y en el interior de cada ser humano.