¿Alumnos más felices, maestros más relajados y un aprendizaje mejor?
Suena utópico, pero los finlandeses lo han conseguido.
En 2001, los alumnos finlandeses sorprendieron al mundo al conseguir los mejores resultados en las pruebas PISA, que sirven para evaluar las habilidades en matemáticas, ciencias y comprensión lectora de los alumnos de quince años. Y hoy este pequeño país nórdico continúa maravillando. ¿Cómo lo hace la educación finlandesa —con pocas horas de clase, pocos deberes en casa y pocos exámenes— para que sus estudiantes obtengan las puntuaciones más altas, que superan incluso a las de los estresadísimos escolares asiáticos?
Para descubrir los secretos de su éxito, el maestro estadounidense Tim Walker decidió irse a vivir a Helsinki, donde empezó a trabajar en una escuela pública con niños de quinto de primaria. En este libro reúne lo que aprendió de esa experiencia y revela cómo se pueden aplicar, en cualquier aula del mundo, las mejores prácticas de las escuelas finlandesas, que él resume en 33 estrategias sencillas para hacer que las clases sean más alegres, relajadas y productivas.
Febrero de 2022. Pável Filátiev tiene treinta y tres años. Es ruso. Está contratado en las fuerzas de asalto del Ejército. Un día reciben la orden de partir. No saben adónde van ni cuál es su misión. Entre rumores e indicios, a medida que marchan formando una columna de vehículos armados, marcados con una «Z», la realidad va revelando, día a día, la verdad de su misión: ellos, el Ejército de Rusia, están cruzando la frontera con Ucrania y avanzan hacia Jersón.
Dos historias convergen en este acto de confesión y de rebeldía, en esta crónica bélica y sentimental: la primera es la de un soldado que se va adentrando en la primera línea del frente (al desconcierto y la falta de información, se suma la precariedad de las condiciones en las que se encuentran), y la segunda transcurre a su regreso, dos meses después, cuando se topa con otro frente: el de una sociedad civil en la que la palabra guerra no existe y la televisión emite propaganda y falsedades, mientras la vida sigue y nadie parece hacer frente a la corrupción y al poder.
Este crudo y trágico relato en primera persona –la primera y hasta ahora única crónica directa de la invasión escrita por un soldado ruso, y por lo tanto, la única que describe las condiciones del Ejército ruso y lo que este hizo durante las primeras semanas de la guerra– posee el valor del testimonio inmediato, aún candente, de un conflicto que continúa.
¿Qué hubiera pasado si Hitler hubiera encarado su guerra sin el objetivo de exterminar la población judía europea?
Hitler decide atacar la Unión Soviética, Japón decide aprovechar la «Oportunidad Dorada», Mussolini decide quedarse con su parte del botín, Roosevelt decide ayudar a Gran Bretaña, Stalin decide confiar en Hitler, Roosevelt decide entrar en guerra sin una declaración formal, Japón decide entrar en guerra, Hitler decide declarar la guerra a EEUU. Kershaw analiza los motivos, las diferentes personalidades enfrentadas y las consecuencias de todas las decisiones para la vida de millones de seres humanos. Asimismo, analiza las fuerzas que llevaron a los líderes a actuar, pero también la importancia de las personalidades particulares. Churchill, luchando por la catástrofe de Francia; Hitler ordenando la invasión de la URSS, a pesar del fracaso de Alemania para vencer a Gran Bretaña; Stalin confiando en Hitler y dejando a su país abierto a la Operación Barbarosa; Roosevelt aceptando la idea revolucionaria de que el lend-lease podría mantener a Gran Bretaña en la guerra; el alto comando japonés eligiendo atacar los EE.UU. incluso sabiendo que era un error. Esta obra mira en el terrible corazón de la edad moderna e intenta entender las decisiones que cambiaron o acabaron con la vida de millones de personas.