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LITERATURA

Se dice que el tiempo siempre selecciona, pero a veces no siempre lo hace con justicia. Los estudios aquí recogidos nacen precisamente del interés por luchar contra el olvido, especialmente, de las obras no canónicas; nace también del asombro que siempre suscita rescatar el manuscrito sepultado e inédito o el documento desconocido, volver a leer un texto, libresco o periodístico, perdido, o, incluso, descubrir el archivo o la biblioteca que los custodian. Los de las vanguardias españolas que inauguran este volumen son buena muestra de ello. Numerosos nombres desfilan por estas páginas, desde José Antonio Labordeta, Concha Alós, Lourdes Ortiz, Juan Eduardo Zúñiga, Camilo José Cela, Azorín, Salvador de Madariaga, Isabel de Oryazábal, Joaquín Costa, Emilia Pardo Bazán, Armando Palacio Valdés, Marcelino Menéndez Pelayo, hasta Patricio de la Escosura, Antonio Alcalá Galiano, Augusto Martínez Olmedilla, Santiago Gastó o Joseph Peyré, e incluso los de las revistas Germinal, Renacimiento o Toros-Revue. Otros surgen del anonimato, sin desmerecer, por ser pálpito de la vida durante las guerras que azotaron Europa. También los lenguajes y los géneros circulan, se renuevan y a su vez hacen las veces de polen estético, como ocurre con el diálogo en la literatura infantil, las leyendas y los mitos, cuando se incorporan a los guiones cinematográficos –como los de la biografía familiar de Madronita Andreu o en los del cine criminal– y a las redes digitales, como ocurre con los relatos de Javier Ruescas y de Francesc Miralles. Estas aportaciones demuestran que la Literatura puede seguir llevándonos hacia otros horizontes para comprendernos mejor, soñar y enriquecernos humana y sensiblemente.
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COMO PERDISTE EL BRAZO, BALCHOWSKY(OF2)

Un joven pianista de Chicago se alista a las Brigadas Internacionales y viaja a la España de la Guerra Civil en lucha contra el fascismo, donde perderá el brazo derecho. De regreso a los Estados Unidos, el suyo será un relato de superación que lo convertirá en una leyenda de la bohemia artística de Chicago, en un storyteller prodigioso y en un pionero de la contracultura, que nos contará, como si de un libro de caballerías se tratase, la historia norteamericana de la segunda mitad del siglo XX. «Fue un superviviente que se aferró a la vida. Una lección ambulante de resistencia y de superación sonriente. Un perdedor entre perdedores al que nada termino´ de salir bien, pero del que todos se encariñaban. Un idealista a quien la vida maltrato´ con saña, obligado a descubrir demasiado pronto que la vida «iba en serio» y que, pese a ello, se obstino´ en vivirla hasta no poder más. Sin resentimiento. Mentor espiritual y gurú salvador para muchos, aunque él no supiera redimirse, como los buenos mesías. Un hombre esencialmente libre y de una cierta candidez. Un buen tipo. Un amor. Un idealista iluso. Un maestro of the streets. El pianista de un solo brazo. Aquel pecador tan agradable. El rey de los callejones».
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LA SOCIEDAD DE LA DESMESURA (OF2)

La felicidad ha derivado en un dilema casi irresoluble y el afán por conseguirla supone un verdadero obstáculo para una vida buena. «La gente que solo busca el provecho material, arriesga su vida a la ligera. ¿No es esto un error de nuestra generación?», se preguntaba Chuang-Tzu nada menos que a mediados del siglo IV a. C. Han pasado más de dos mil años. En la actualidad, el conocimiento científico y el progreso tecnológico han puesto a nuestro alcance infinitas oportunidades, sobreabundante información e innumerables objetos de consumo. Sin embargo, la insatisfacción, el desasosiego, la aceleración y el cansancio acampan por doquier. Disfrutar del momento, estar plenamente en el presente se ha convertido en una aspiración cuasi heroica. Tan es así que cada vez más aparecen en el «mercado emocional» terapias variopintas y ofertas prodigiosas encaminadas a paliar este malestar. Frente al mandato «sed felices» que proclama nuestra sociedad del exceso, tal vez lo más sensato sea intentar vivir bien y de la forma más dichosa posible. De la mano de Aristóteles, Séneca, Horacio, Montaigne, Voltaire y también de escritores contemporáneos, Rubén D. Gualtero reflexiona aquí sobre el sentido que le damos a nuestra temporalidad, la relación con nosotros mismos, los demás, la naturaleza, las cosas y hasta Dios, para reformular una ética de la alegría y la mesura que nos ayude a lograr una existencia más plena.
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